Los materiales como el ladrillo rojo típico de los lofts americanos neoyorquinos dan a los espacios un toque urbano sin igual. En su estado natural, ligeramente barnizado o solamente cepillado, los muros de ladrillos se cuelan en casa sin complejos. Desde la entrada, al salón hasta en la cocina pasando por la habitación… ningún espacio se le resiste.
Los suelos de parquet o hormigón pulido realzan su esencia y combinado con muebles refinados de estilo industrial obtenemos una mezcla perfecta.
Para aligerar el conjunto visualmente, se puede conservar tan sólo una pared de ladrillo rojo y las demás pintarlas de un color claro. Si además lo combinamos con una ventana interior de inspiración taller aprovechamos al máximo la luz reforzando al máximo el toque industrial de la estancia.
La mezcla de hormigón, ladrillo rojo y sofá de color azul intenso me parece magnífica. Este increíble loft de Omer Arbel está en Vancouver. Si queréis ver más de este lugar es por aquí.
Si el ladrillo tan rojo no os gusta, podéis pintarlo ligeramente de blanco para que guarde un aspecto natural sin tampoco cubrirlo del todo. ¡El efecto envejecido es garantizado!
Los ladrillos rojos se mezclan perfectamente con paredes blancas o mobiliario blanco y toques de color intensos en objetos específicos. El azul y el amarillo presentes en la fotos dan un toque de frescura y modernidad a la estancia.
Otros preferirán los ladrillos en su aspecto más oscuro…
Otros los preferirán más claros…
En un próximo post nos adentraremos en el mundo de los ladrillos blancos… ¡espero que os haya gustado!
Fuentes: Design Boom, Apartment Therapy