Entrar a robar en una propiedad ajena puede ser algo muy estúpido, pero por increíble que parezca, aun se puede hacer algo aún más estúpido.
A Nicholas Wig, un hombre de 26 años de edad de Minnesota, Estados Unidos, el ser tan tonto le puede costar hasta diez años de prisión y 20.000 dólares en multas si es declarado culpable.
Sin duda Wig eligió un mal día para robar.
Cuando James Wood volvió a su casa en St. Paul, Minnesota, enseguida se dio cuenta de que algo no iba bien.
Encontró una ventana rota y el interior de la casa había sido saqueado.
James Wood enseguida se dio cuenta de que le habían robado dinero en metálico, joyas, tarjetas de crédito y un reloj, sin embargo observó que el ladrón había dejado en la casa unos pantalones, unas zapatillas de deporte y un cinturón.
Cuando James miró su ordenador personal observó algo que no era normal: Estaba abierta la sesión de Facebook de un desconocido, un tal Nicholas Wig. Al darse cuenta de que era el ladrón, James compartió una foto de su perfil y pidió que si alguien tenía más información sobre él que se pusiera en contacto.
Esa misma noche recibió noticias. El propio Wig se puso en contacto con James. Éste le dijo que se había dejado unas cosas en su casa, que podía pasar a recogerlas. Lo sorprendente es que Wig accedió. Cuando Wood vio que el ladrón se acercaba a la casa llamó a la policía, que lo detuvo inmediatamente. En ese momento Wig llevaba el reloj robado a Wood.
Sin duda, el ladrón más tonto del mundo, digno de estar entre Los delincuentes más tontos del mundo retratados en 21 Gifs animados que publiqué recientemente.
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