Revista Cultura y Ocio

El lector

Publicado el 23 mayo 2014 por Aleon @Aleonpizarro
de Bernhard Schlink.


Seleccioné este libro gracias a la convocatoria realizada por los blogs Libros que hay que leer y Juntando más letras para que mayo fuera  el Mes Temático de la Metaliteratura. Es un libro que llevaba en mi estantería varios años. Ni siquiera recordaba que lo tenía hasta que no lo leí en el listado de libros que publicaron en los blogs que convocaban el Mes Temático.
EL LECTOR
Título: El Lector.Autor: Bernhard Schlink.Editorial: Anagrama, 1995.Páginas: 208.
Resumen Oficial.
Michael Berg tiene quince años. Un día, regresando a casa del colegio, empieza a encontrarse mal y una mujer acude en su ayuda. La mujer se llama Hanna y tiene treinta y seis años. Unas semanas después, el muchacho, agradecido, le lleva a su casa un ramo de flores. 
Éste será el principio de una relación erótica en la que, antes de amarse, ella siempre le pide a Michael que le lea en voz alta fragmentos de Schiller, Goethe, Tolstói, Dickens... El ritual se repite durante varios meses, hasta que un día Hanna desaparece sin dejar rastro. 
Siete años después, Michael, estudiante de Derecho, acude al juicio contra cinco mujeres acusadas de criminales de guerra nazis y de ser las responsables de la muerte de varias personas en el campo de concentración del que eran guardianas. Una de las acusadas es Hanna. Y Michael se debate entre los gratos recuerdos y la sed de justicia, trata de comprender qué llevó a Hanna a cometer esas atrocidades, trata de descubrir quién es en realidad la mujer a la que amó... 
Bernhard Schlink ha escrito una deslumbrante novela sobre el amor, el horror y la piedad; sobre las heridas abiertas de la historia; sobre una generación de alemanes perseguida por un pasado que no vivieron directamente, pero cuyas sombras se ciernen sobre ellos.
Impresión personal.

La verdad es que mientras leía esta novela y después de terminarla todavía no alcanzo a saber como ha estado tanto tiempo en mi estantería sin que me llamara la atención. Había leído varias veces la sinopsis cuando quería seleccionar un "pendiente", pero nunca opté por leerlo. Y me arrepiento porque es un libro que me ha sorprendido gratamente.
El Lector es una historia sencilla pero profunda, tan romántica como trágica, tan coherente como contradictorios pueden llegar a ser sus personajes. Muchos de nosotros hemos leído libros que tratan sobre la II Guerra Mundial y el Holocausto. Podría decirse que esta historia es una más, pero no sería justo. El Lector es sobre todo una historia de amor, la historia de una pasión profunda entre dos personas desiguales en una época determinada de la historia, unos personajes con muchas luces y también con grandes sombras.

EL LECTOR

Guardianas nazis

La novela está estructurada en tres partes. Una primera, que acontece en la posguerra (1958) en la que por un encuentro fortuito Hanna y Michael viven una especial historia de amor a pesar de la gran diferencia de edad que hay entre ellos. En esta parte, el autor nos dibujará a cada uno de los personajes, unos personajes con los que te puedes identificar o no porque ambos se mueven en un sinfin de contradicciones personales. Las de Michael relacionadas, sobre todo, con su juventud y su inexperiencia con las mujeres, y las de Hanna, no llegas en esta parte ni a intuir los motivos de sus reacciones respecto de muchos aspectos de la relación. Una relación que se concentra en un ritual de lectura en voz alta de Michael a Hanna siempre antes de bañarse y hacer el amor.
Una segunda parte en la que unos años después, Michael asiste al juicio de varias guardianas nazis de un campo de concentración que permitieron que una iglesia llena de mujeres encerradas se quemara sin prestarles la más mínima ayuda. Entre las carceleras está Hanna y las miles de preguntas y dudas de Michael.
Una tercera parte, en la que Hanna está en la cárcel y Michael intenta montarse una vida "normal" formando una familia "normal" y el desenlace final de la historia, que no cuento.
EL LECTOR
Las tres partes están contadas en primera persona por Michael, por lo tanto, lo vemos todo desde su punto de vista en cada momento de su vida. Por ello, se puede ver perfectamente su evolución desde la adolescencia hasta el presente. Hanna es un personaje más misterioso porque su definición se hace a través de las impresiones de Michael y durante el juicio y su estancia en la cárcel, las impresiones se diluyen aún más, de tal manera que te encuentras casi siempre haciéndote las mismas preguntas que se hace el protagonista.
Es una novela muy bien escrita, con un lenguaje claro y sencillo a pesar de que es una historia complicada y sus personajes no son precisamente usuales. Los dos son personas muy complejas a su manera, por eso el desenlace final y sus motivos nunca llegas a imaginártelo, al menos yo no he sido capaz de adelantarme nunca a los motivos por los que se comportan como lo hacen ni a lo que iba a suceder en los momentos claves. Diría que precisamente uno de los valores más importantes de la novela es precisamente éste, una historia compleja con unos personajes complejos que está escrita con tal sencillez y claridad que te engancha desde el principio y  te hace sentir la ternura, la comprensión, las dudas, la culpa y los remordimientos que sienten a su vez los dos personajes.
En resumen, una novela totalmente recomendable, preciosa y tierna, de muy fácil lectura y con un final inesperado. Una novela que te hace preguntarte por los motivos que llevan a las personas a realizar actos que no sienten. También sobre el valor de los libros y de lo que contienen en momentos de caos y de incertidumbre, un valor sin duda, por el que los personajes luchan a los largo de sus días.

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