El concejal del PPIA en el Ayuntamiento de Almansa, el Sr. Sánchez Roselló, actual mano derecha del alcalde Sr. Núñez, no ha tenido ningún pudor en insultar y denigrar al conjunto de profesionales que integran la plantilla del, todavía, Hospital Público de Almansa. De sus palabras se deduce que, sanitarios o no, quienes trabajan en nuestro Hospital son una panda de vagos, lectores compulsivos de revistas del cotilleo, despilfarradores del erario público, que no atienden a sus obligaciones y sólo les importa el dinero. Gente que "no aprecia su trabajo" y a la que hay que "meter en cintura". Lo que el Sr. Roselló ha venido a recomendar a la población es que, por favor, no utilicen los servicios del Hospital, dado que su salud correrá un grave peligro al ponerla en manos de estos desalmados.
Las consignas recibidas por el ejército de liquidadores que pulula por Castilla-La Mancha para justificar la privatización de hospitales no parece tener límite. Sin tapujos ni escrúpulos van directamente al insulto, a fomentar el descrédito de lo público, a enfrentar a la ciudadanía con los profesionales de la sanidad que son, frente a lo que piensa el Sr. Roselló, lo mejor de nuestros hospitales y centros de salud, los de Almansa incluidos. Hay que tener poco aprecio por la dignidad de uno mismo para exhibirse públicamente con palabras de este calibre, obedeciendo y haciendo el caldo gordo a los intereses partidistas de la Sra. Cospedal y los esperados beneficios de la empresa privada. Pero mejor que continuar con esta reflexión es acudir a la audición de las declaraciones del señor concejal, por lo que os invito a dedicar cuatro minutos de vuestro tiempo a escuchar frases impropias de un representante público.
El Sr. Roselló, ha afirmado también que "los recortes son invisibles, yo no los he visto". Esto sólo evidencia una cosa: la graduación de sus gafas es incorrecta, por lo que le recomendamos que acuda al oftalmólogo. Pero que no sea el del Hospital...