Automedicación
★★★☆☆
No pensaba que fuera posible una cuarta película, ni mucho menos una sin el director Paul Greengrass y el actor Matt Damon. De por sí, que la trama había sido extendida a niveles donde una telenovela se sintiera celosa de tal hazaña, ahora sin los principales responsables del éxito obtenido, es difícil de aceptar que este nuevo intento funcione. Sin embargo, contra todos los pronósticos, es digno de reconocer que lograr llevar la hazaña de forma decorosa, sin sentirte estafado por una saga que se volvió irrelevante desde hace dos películas.
Gran parte de la aceptación se debe a que es una historia paralela a la de Jason Bourne, donde en vez de hacer “borrón y cuenta nueva” como lo sucedido con cierto arácnido, se decide continuar en un mundo donde las consecuencias del superagente hacen estragos en terceras personas. Hasta tenemos algunos actores de los anteriores filmes, como Joan Allen (Pamela Landy) y David Strathairn (Noah Vosen), que ayudan a crear esa ilusión de ser una progresión de la trama antes vista.
La fórmula Bourne no requiere demasiado estudio para ser comprendida. Siempre es un hombre siendo perseguido con todo el aparato de espionaje, sin conocer los motivos, sobreviviendo gracias a su inteligencia, hasta llegar con los malvados que le ayuden a comprender sus desgracias. Lo más atractivo han sido las escenas de persecución y hasta las intensamente coreografiadas peleas a muerte, a tal grado que le ha dejado a la saga de James Bond un complejo de inferioridad que lo obligo a renovarse a lo que conocemos en estos momentos.
Desafiando las posibilidades de continuar sin la presencia de Jason Boune, es que tenemos de remplazo al agente Aaron Cross (Jeremy Renner), quien como su colega, forma parte del grupo de agente secretos diseñados en laboratorio para realizar obras de caridad en otros países. El mayor problema es que Bourne ha expuesto al mundo del fabuloso plan de la CIA y todos los involucrados se encuentran desesperados por destruir cualquier evidencia posible que van desde agentes, hasta científicos que sólo hacían su trabajo.
En su intento por ser relevante es que tenemos una excelente calidad de actores involucrados, sin importar un libreto que es demasiado ‘light’ en los misterios a resolver. Es cierto q