En varias ocasiones me he referido al PP y al exagerado centralismo de Madrid como postfranquismo y hace poco leí un artículo de Paul Preston (Profesor de la London School of Economics e historiador buen conocedor y escritor sobre la historia de España) fechado el 20 de Noviembre en BBC News, nada menos que con el título “El legado de Franco persiste en España 40 años después de su muerte” (‘Spain feels Franco’s legacy 40 years after his death’).
Según describe Paul Preston los partidos abiertamente franquistas nunca han alcanzado más del 2% de los votos en unas elecciones, pero la aceptación de los valores y métodos del franquismo pueden verse en el gobernante Partido Popular. Como consecuencia de este neofranquismo se mantienen muchos signos de la dictadura en calles y lugares públicos, el Valle de los Caídos no ha sufrido modificación alguna, ningún gobierno o institución ha declarado como ilegítima la dictadura de Franco y la Ley de Memoria Histórica se ha hecho fracasar.
Paul Preston pone varios ejemplos de la persistencia de actitudes claramente franquistas como la depuración del juez Baltasar Garzón por haberse atrevido a investigar los crímenes de la dictadura franquista, pero uno de los aspectos en que más incide es en el tema Catalunya sobre el que se refiere a tres hechos: la intransigencia y hostilidad del PP con Catalunya es la principal razón del inmenso renacimiento del independentismo; que no permitir un referéndum no tiene nada que ver con la democracia; y que el PP ha fomentado la hostilidad e incluso el odio a Catalunya por razones electorales, para ganar votos.
Lo peor del artículo, sin embargo, es la última frase: pasarán muchos años antes de que España se libere del legado de Franco.
Si alguien duda de que Paul Preston tenga razón solo tiene que pensar que Celia Villalobos, una señora que en la anterior legislatura fue vicepresidenta primera del Congreso de Diputados a pesar de que nunca ha cesado de hacer y decir tonterías y barbaridades, tal como quedó demostrado en la propia legislatura en que el Congreso tuvo la desgracia de padecer su presidencia en varias ocasiones, repite como tal vicepresidenta primera, y tardó muy pocos días en demostrar sus impropias maneras al meterse con las pulgas de los diputados de Podemos. Como español me cae la cara de vergüenza de tener a esa bocazas en ese cargo.