El legado de Herminio

Y no le faltaba razón, aunque ellos lo consiguieron y cerraron cuando les llegó el turno rompiéndose aquella vena generacional que ya venía de los abuelos. En la madeja de hoy no solo se amenaza el cierra de algo auténtico, sino que se amenaza con perder la huella de un artista que ha recorrido su camino, que está llegando al final, que se pregunta para qué sirvió todo lo que hizo. Cómo se desarrollaba el trabajo en las minas, cómo se trabajaba en los batanes, en los molinos harineros; la interpretación de la trilla y la matanza...

Es fácil emocionarse con la obra de Herminio Revilla, que la enseña al mundo en su Villabellaco natal, entregado en vida a la escultura y al artificio, consciente de que pasa el tiempo, de que no hay relevo, que el camino ya ha llegado a su fin y peligra todo lo que tanto sacrificio supuso. Herminio necesita encontrar a alguien que, convencido del valor de lo que hizo y la importancia de mostrarlo a las generaciones venideras, la lleve al lugar adecuado y se la siga mostrando al mundo. Y lo curioso es que Herminio no pide nada, salvo la continuidad de su taller.

Yo voto desde aquí porque se invite a la presidenta de la Diputación, a los alcaldes de la zona, al presidente de la Junta, a todos los que tengan algo de representación, para que conozcan al artista, para que conozcan su historia, que es la viva historia de nuestra tierra. Estoy convencido de que si esto pasa, si estos representantes de nuestro pueblo vienen, no dejarán que se corte el camino que lleva a la historia de una tierra tan bien contada por un artista irrepetible.

Cada viernes en la tercera de Diario Palentino