Solo de esta manera puedo comenzar con esta reseña. Sin duda, me encontré con una historia muy diferente a lo que había leído hasta el momento. Entra dentro del género novela negra pero más bien es una caricatura de esta.
Dibujo de Anton Brand
Nos encontramos en Polonia. Un lugar, para mí, muy desconocido. No por la situación geográfica, sino por costumbres, expresiones, ciudades. El caso es que la trama está situada en Polonia, dentro de esta, en varias ciudades, que van siendo mencionadas -prácticamente ilegibles-. Tanto nombres de personajes como de lugares fueron bastante difíciles de leer, pero esto no desmereció ni un ápice la trama. La historia gira en torno a un asesinato, pero gira lejos ya que el autor se va mucho por las ramas, ¡Y que ramas! Situaciones bastante increíbles y repletas de humor negro hacen de este libro una maravilla.
Nuestro protagonista es un escritor que decide retirarse alquilando una habitación a las afueras, en la cabaña de un hombre al que bautiza como El Leñador, también llamado Robert. El caso es que el tipo es muy sospechoso, sospecho en general, sospechoso de nada en particular. Es farmacodependiente y se comporta de un modo extraño. Bueno, pues nuestro protagonista, buscando inspiración, se mete en todo lo que puede e intenta forzar situaciones que le sirvan de inspiración
.
Con unos personajes muy bien definidos y una prosa impecable, rápida, irónica, sin pausa y muy adictiva -a mí me ha enganchado totalmente la forma de narrar del autor-, el autor nos presenta una historia muy difícil de resumir porque, como ya he dicho al principio, es una locura.
Michal Witkowski
Si tengo que destacar algo del libro, son las situaciones en que se ven metidos Michal, nuestro protagonista - que comparte nombre con el autor- y El Chandalero, ¿Qué quien es? Pues es difícil de describir. Es un personaje que representa al típico chandalero del este. Quizás para nosotros sea difícil identificar a estos individuos, pero por lo visto, por esos lares son muy comunes este tipo de personas, que vienen muy bien descritas en el libro. Básicamente suelen ser garrulos con propensión a la delincuencia, que se suelen encontrar apostados en paradas de autobús y que suelen ir en chándal.También tengo que destacar una serie de anotaciones a pie de página que nos aclaran ciertos términos que quizás no llegamos a entender. Y como plato fuerte, y un poco entre lineas, podemos detectar una crítica a la sociedad del lugar, a la política y a la avaricia.
Lo bueno es que cuando nos encontramos en un momento de la historia que flojea, el autor salta con una genialidad que hace que nos volvamos a enganchar. Eso sí, es un libro que hay que leer fijándose en los detalles, porque a lo largo de la narración las piezas van encajando. Es un libro de estos que necesitan de una relectura para enterarte mejor.
Sin duda pienso leer más del autor. Por lo que se, tiene otra novela llamada "Lovetown".
El leñador// Michal Witkowki, trad.: Francisco Javier villaverde// Rayo Verde// 427 páginas// Sinopsis// booktrailer//