Revista Cultura y Ocio

El lento adiós de los tranvías

Publicado el 09 junio 2020 por Jack Moreno @jackmoreno

El sello madrileño Huso Editorial anunció recientemente la reedición de la novela El lento adiós de los tranvías de Manuel Rico en un volumen que ha sido revisado y actualizado por el propio autor.

Este libro cuenta con una introducción de José María Merino.
La imagen de cubierta es obra de Fernando Garcia del Real.

El lento adiós de los tranvías, novela que apareció en su primera edición en 1992, es la historia de una apasionada búsqueda. Un joven estudioso de viejos periódicos locales intenta dar con el paradero de un artista desaparecido en la posguerra y del que tan solo tiene difusas noticias de mucho tiempo atrás.

Son los años finales de la década de los sesenta en el Madrid gris y desarrollista del franquismo. Con el autor, nos adentramos en una ciudad en la que la vida discurre entre la realidad oficial, el conformismo y el mundo de la oposición clandestina.

El azaroso proceso de investigación se ve cruzado por esa realidad contradictoria, nutrida de sueños, miedos, entusiasmos y deserciones. Estamos ante una rigurosa novela que sumerge al lector en un mundo inquietante: los últimos tranvías de Madrid, el deterioro de la vieja Ciudad Lineal, la incierta geografía de una ciudad cambiante, moviéndose entre un pasado provinciano y una vocación cosmopolita.

Estamos, pues, ante una ambiciosa penetración en una parcela de nuestra memoria colectiva, ante una inmersión en la vida cotidiana del franquismo. Con esta novela, Manuel Rico, dueño de una prosa rica y precisa a la vez, llena de registros y no exenta de despuntes líricos, puso de relieve que es dueño de un universo propio, cruzado por no pocas preocupaciones existenciales.

Para esta edición, Manuel Rico ha sometido El lento adiós de los tranvías a una profunda y exigente revisión de tal modo que el lector está, en el fondo, ante una obra renovada y viva, rigurosamente actual, que enlaza con los impulsos que en la cultura y en la sociedad española apuestan contra el olvido y la desmemoria. Una novela necesaria.

Portada de El lento adiós de los tranvías

Según Manuel Rico el país que describe en su novela El lento adiós de los tranvías “Era una España en blanco y negro en la que de vez en cuando surgía un destello de color: en 1965 actuaron Los Beatles en Las Ventas, Marsé o los Goytisolo llegaron a burlar a la censura con sus primeras novelas, la televisión, pese a su condición de órgano de propaganda, comenzaba a cambiar”.

Sin embargo, el narrador y poeta admite que aquella era una España triste y llena de prohibiciones. Un país en el que se torturaba y en el que la iglesia marcaba las costumbres de las personas. Dice Rico que “leíamos todavía libros que encontrábamos en la trastienda de las librerías, libros de Losada firmados por Alberti, Neruda, García Lorca”.

En 1966 Madrid era una ciudad con muchas líneas de tranvía; sin embargo, muy al contrario de lo que sucedió en otras ciudades europeas, aquí desaparecieron. En la novela de Manuel Rico el tranvía se convierte en un mecanismo que lleva a Mano Ojeda a su oficina, que preside los movimientos del resto de los protagonistas, que recorre las calles comerciales, las avenidas, que lleva a los estudiantes a la Universidad.

El tranvía enlaza aspectos vitales de la vida de los personajes, como en efecto fue parte clave en la vida cotidiana de las personas. El Nobel Claude Simon publicó una novela, titulada El tranvía, en la que ese medio de transporte era convertido en depositario de su memoria infantil y adolescente; asegura Manuel Rico que a él se le ocurrió algo parecido. En el tiempo que trascurre su novela, seis o siete años, se van levantando las líneas de tranvías. Dice Rico que “Fue un lento adiós…. En los años en que el Régimen quiso mostrar otra cara sin dejar de ser dictadura”.

El lento adiós de los tranvías integra varias ambiciones argumentales a la vez. La reedición de esta novela no solo nos permite la recuperación de un excelente texto narrativo, sino que nos sirve también para considerar el nivel de calidad del género cuando ya la democracia se había asentado entre nosotros.

ó

Volver a la Portada de Logo Paperblog