Narnia..., un mundo congelado..., una tierra que aguarda su liberación.
Cuatro niños descubren un armario que les sirve de puerta de acceso a Narnia, un país congelado en un invierno eterno y sin Navidad. Entonces, cumpliendo con las viejas profecías, los niños -junto con el león Aslan- serán los encargados de liberar al reino de la tiranía de la Bruja Blanca y recuperar el verano, la luz y la alegría para todos los habitantes de Narnia.
Narnia, la tierra donde todo puede suceder.
Este es el segundo libro de Narnia en su orden cronológico y otro de mis favoritos. Recuerdo que la primera vez que lo leí me había gustado pero no tanto como ahora, porque cuando una es más grande supongo que va encontrando ciertas pistas del autor que cuando se es chica no se las puede ver. El catolicismo extremo de Lewis me impactó y encantó por igual haciendo que no sólo disfrute de este libro sino de casi toda la saga.
Puede contener algunos spoilers del libro anterior (en orden cronológico)
Cuando volvemos a Narnia mucho tiempo después de haberlo dejado atrás en El sobrino del mago. Para este entonces Narnia dejó de ser el país lleno de bestias parlantes felices y contentas con Aslan como dios y dos reyes como líderes, sino que ahora está la Bruja Blanca, que trajo el invierno infinito... ¡y sin Navidad! Cuando dijeron que no iban a haber regalos se armó la podrida (?)
Por esto mismo los cuatro hermanos Pevensie (Peter, Susan, Edmund y Lucy) llegan a Narnia cada uno a su tiempo, y van a encomendarse a Aslan en una tarea caótica: liberar a Narnia del invierno eterno y, por lo tanto, de la Bruja.
Lo que descubrí y redescubrí en esta saga (además de las obvias alusiones a lo religioso) fue la forma en que volví a disfrutar una fábula y un libro para chicos. Hacía meses que prácticamente lo único que leía era YA, así que una pequeña pausa dentro de toda esa marea que me llevaba a cuestas fue bastante linda.
La verdad es que es un libro hermoso. La participación de Aslan en ciertas escenas me alegró el corazón. No sé si a esto apuntaba Lewis con respecto a Jesús, pero cada vez que leo una escena con Aslan me pongo feliz; es dulce, sabio y *pone voz de cura* misericordioso. Misericordioso. Qué lástima que una palabra tan exacta para Aslan sea utilizada principalmente por el catolicismo y que se malinterprete tanto.
La única parte de la cual me quedé medio colgada es en la pequeña escena que aparece la persona de Papá Noel. Es decir, muy lindo el significado y cómo se dan las cosas después de ésto, pero... no sé, me pareció algo muy fuera de contexto :P
Al ser un libro para chicos es entendible la idea de que las escenas de batalla sean bastante cortas y faltas de acción propiamente dicha, pero aún así esta parte me decepcionó. Me imaginaba más páginas, más interacciones... no sé, más algo :(
Aún así es un libro que me encantó y que disfruté muchísimo. No hay frases que sobresalgan, pero sí muuuuchos dibujos que vale la pena que disfruten mientras vayan leyendo. Algunos tienen mucho detalle y te impresionan :P
¿Leyeron esta saga? ¿Les gustó? Seguro que sí :P