No está muy claro de dónde surgió el título de este libro. Tal vez venga de la costumbre de su autora de guardarlo en un lugar privado (debajo de la almohada). O porque lo escribía de noche, recostada sobre su almohada. También pudo haber sido ocurrencia de algún copista (no se conservan los originales). O por la escena que figura hacia el final, cuando la emperatriz pregunta qué podría escribirse en unos cuadernos que le regalaron y la autora dice que, si si ella los tuviera, los usaría de almohada (y, en efecto, se los da).
El libro de la almohada, de Sei Shônagon (Adriana Hidalgo Editora, 2009) es un conjunto de textos cortos, privados, casi un diario íntimo escrito alrededor del año mil, en Japón. Sin embargo tiene algo de actual. Si en el año mil hubieran existido los blogs, este libro podría ser la transcripción de los posts, por lo cotidiano, breve y ágil de sus textos.
Recomendación: dejar el libro en la mesa de luz, junto a la almohada, e ir leyendo de a un texto o dos por día, a lo largo de un año. Dejarse envolver por la voz de la autora: será muy posible que el lector se encuentre a sí mismo “haciendo listas” (los textos con forma de listas son una de las peculiaridades de este libro milenario).
Anahí Flores
- El libro de la almohada
- Sei Shônagon
- Adriana Hidalgo
- Año 2009