"Monelle me encontró en la llanura por la que yo erraba y me cogió de la mano.-No te sorprendas, dijo, soy yo y no soy yo;Me encontrarás una vez más y me perderás;Y otra vez volveré a ti; pues pocos hombres me han visto y ninguno me ha comprendido;Y me olvidarás y me reencontrarás y me olvidarás."Os ha pasado, ¿verdad? La habéis visto, la habéis encontrado. En esa brumosa llanura en la que se confunden sueño y vigilia, en esa incierta hora en la que su sola presencia despeja el abatimiento.
Sí, lo sé, la habéis reconocido; sí, también lo sé, ya la habéis olvidado. Pero aún tenéis ahí un ronroneo, un estado de confusión. Dejadme ayudaros a comprender lo que os ha sucedido. Dejadme hablaros de ella. Y luego... olvidad mis palabras y olvidaros de ella. Sólo así os será devuelta.
Monelle es...
"...la que está sola.[...]Y[...]Porque estoy sola me darás el nombre de Monelle. Pero soñarás que tengo todos los nombres."A Monelle la podéis encontrar en el lugar de la noche en el que se cruzan recuerdo y olvido.
"Monelle está muerta; soy la misma Monelle, y me he levantado en la noche, y los niños me han acompañado, y daremos la vuelta al mundo."También podéis buscar a aquellos que os hablen de ella:
Las pequeñas prostitutas:Las hadas oscuras, enfermeras de almas. Aquellas a las que alumbra la tristeza y desvanece el alba.
Su ejército de hermanas:La egoísta. La voluptuosa. La perversa. La decepcionada. La salvaje. La fiel. La predestinada. La soñadora. La atendida. La insensible. La sacrificada.Las niñas de inocencia truncada. Monelle y sus mil caras.
Los niños de la eterna infancia:Los que renuncian a crecer. Los ignorantes. Los que alumbran con sus lamparitas las mentiras que conducen a la felicidad.
O poner atención y escuchar aquello de lo que os habla Monelle:De la destrucción. De la formación. De los momentos. De la vida y De la muerte. De las cosas muertas. De nuestros actos. De sus palabras.
¿Y dónde hallaréis sus palabras?En su libro. En sus mandamientos. En su biblia apócrifa del olvido.En el reino blanco, que a su vez está en el reino negro, que a su vez encontraréis en el reino de color rojo.
"Así podrás ver el reino. Pero no sé si entrarás. Yo soy difícil de comprender salvo para aquellos que no comprenden, y soy difícil de atrapar, salvo para aquellos que son huidizos, y soy difícil de reconocer, salvo para aquellos que ya no recuerdan. En realidad ahora me tienes y ya no me tienes. Escucha."Por último (antes de que olvidéis lo leído y a Monelle) y lo más importante: ¿qué hacer con el libro de Monelle?Olvidarlo. Esconderlo. Sepultarlo. Destruirlo. Quemarlo.El libro no son sus páginas ni sus tapas.El libro son sus palabras. Si las olvidas, las volverás a escuchar.
"Y Monelle, una vez más, dijo: te hablaré de mis palabras.Las palabras son palabras mientras son pronunciadas.Las palabras que se conservan están muertas y engendran pestilencia.Escucha mis palabras habladas y no actúes de acuerdo a mis palabras escritas.Y habiendo hablado así en la llanura, Monelle se calló y se puso triste porque debía regresar a lo más profundo de la noche.Me dijo desde lo lejos:Olvídame y te seré devuelta."
"Porque todas las cosas son fugaces;pero Monelle es la más fugaz."
Marcel Schwob, autor no demasiado reconocido que sin embargo ha inspirado a grandes escritores, se enamoró en su juventud de una jovencísima prostituta de nombre Louise. Del dolor que le supuso la muerte de ésta en 1893 surge este libro de Monelle, una obra tan rara como bella cargada de simbolismos y que bebe de esos maravillosos cuentos clásicos a los que sólo de adultos hemos sabido otorgar toda su dimensión. El libro es una extraña mezcla de cuento contenedor de otros y de aforismos que indaga en la falsa inocencia, en las múltiples facetas de seducción de la mujer, en la negación de la realidad y en el olvido como medio de felicidad y de superar el dolor, y en una filosofía de vida de momentos inconexos. La edición que yo he leído ha sido traducida por Luna Miguel, gran admiradora de esta obra que nos obsequia además con un prólogo maravilloso en el que compara y eleva a la Monelle de Scwob por encima de la Lolita de Navokov y la Alicia de Lewis Carrol. Una apertura perfecta para una lectura tan fugaz como, a pesar de a lo que nos exhortan sus páginas, inolvidable.
Ficha del libro:
Título: El libro de Monelle
Autor: Marcel Schwob
Traducción y prólogo: Luna Miguel
Editorial: Demipage
Año de publicación: 2012
Nº de páginas: 128
ISBN: 978-84-92719-34-1