Revista Coaching

El Líder Influyente

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

Por fin, tenemos asumido que el liderazgo es una práctica necesaria, relevante y que va más allá del management. Por ejemplo, si nos introducimos en la web de La Casa del Libro, podemos encontrar mas de cuatrocientas referencias sobre liderazgo.

El management es la actividad de organización y coordinación de las actividades de una empresa para lograr sus objetivos definidos; suponiendo, para muchos, un factor de la empresa al mismo nivel como la tecnología o el capital, por ejemplo. Michael Porter, Tom Peters, Peter F. Drucker o Peter M. Senge son un gran elenco de profesionales y teóricos que nos han introducido en las características y la relevancia del management.

El liderazgo, sin embargo, es un proceso de influencia social del manager que motiva, compromete y maximiza los esfuerzos de otros, -en especial los colaboradores-, hacia el logro de los objetivos de las organizaciones. Sin duda, el liderazgo es fundamental para conseguir con éxito el logro de los objetivos de la organización. Un lider es, -como ya he definido en bastantes ocasiones-, aquel manager que consigue resultados excelentes, con unos procesos eficaces y promoviendo el compromiso positivo de los colaboradores. En este caso, la gestion y la motivación de los colaboradores es la clave diferencial y superior de la eficacia de las organizaciones.

Como sabemos son muchos los rasgos que un mando o directivo tiene que tener para ser un buen lider. El lider ha de destacar por sus competencias, en, al menos, tres áreas: competencias operativas (como, por ejemplo, la visión estratégica, la planificación y organización, la gestion del cambio o la innovación y la creatividad); competencias intrapersonales (como, por ejemplo, el autoconocimiento, la automotivación o la autogestión); y competencias interpersonales (como, por ejemplo, la comunicación, la empatía, las habilidades de equipo, el desarrollo personas, la negociacion o la gestion de conflictos).

Dentro del marco de las competencias interpersonales, - en donde la inteligencia emocional es clave-, Daniel Goleman identificaba, también, la "influencia": entendida como la habilidad para inducir a otros dar respuestas deseables. En realidad, por influencia entendemos la capacidad para producir un efecto determinado en los demás de forma que consigamos que estos asuman unas ideas u opiniones... y obren, por su propia voluntad y altamente motivados, en la dirección sugerida.

Recientemente George Kohlrieser, Profesor de IMD, nos manifiesta que la base del liderazgo es saber generar confianza en los colaboradores, convirtiéndose en una "base segura" para ellos. En definitiva, el lider ha de saber inspirar, motivar y comprometer a sus colaboradores para desplegar su máximo potencial y obtener altos niveles de rendimientos. Por lo tanto, saber influir es un factor clave de los líderes.

Esta es la razón por la que la figura del lider, -que, por cierto, no es nada fácil de conseguir como ya hemos visto-, se le apellide de influyente. Cuando antaño hablábamos de lider carismático, en parte, ahora, nos referimos al líder influyente. Lider carismático es un término manido y ahora, hablar de lider influyente resulta más amplio y preciso; si bien, podríamos añadir otros calificativos, como, por ejemplo, el de lider transformador.

En definitiva, qué entendemos por lider influyente?

Ya hemos comentado que lider es aquel que obtiene resultados excelentes, con unos procesos eficientes y con la implicación positiva de los colaboradores. Por lider influyente, hemos de entender a aquel manager eficaz, desde el punto de vista organizativo, que consigue el mayor poder de desarrollo y transformación positiva de sus colaboradores.

El lider influyente, facilita la transformación y consecución de resultados excelentes de la organización, a traves de su influencia positiva en sus colaboradores. Se convierte en una base segura para su equipo.

El lider influyente domina una serie de competencias especiales o meta-competencias, como son la autoconciencia emocional y la conciencia social que, a su vez, incluyen competencias básicas como la empatía o la adaptabilidad, que permiten llegar a incrementar su capacidad de influencia natural en sus colaboradores, colegas y resto de stakeholders para que desplieguen su máximo potencial y consiguen, con creces, los resultados esperados.

El lider influyente, en primer lugar, se sabe autogestionar emocional, pero, también y casi al mismo tiempo, sabe reconocer y gestionar emocionalmente a los demás. Todo ello, con el fin de conseguir de forma eficiente los objetivos marcados.

Características del lider influyente

Liderazgo supone saber gestionar e influir positivamente a otras personas para que desplieguen su máximo potencial y obtengan altos niveles de rendimiento. Cuando una organización falla es que sus directivos no han sabido gestionar el cambio; y si no se ha sabido gestionar el cambio es que, en un aspecto importante, no se ha sabido gestionar, alinear y comprometer a las personas de la organización.

En parte, la clave de la adaptación con éxito de las organizaciones amenazas y retos, reside en la capacidad que tienen los managers para implicar a sus colaboradores con los retos del cambio, promoviendo que desarrollen su máximo potencial y obtengan altos niveles de rendimiento.

Para ser un lider influyente, destaco las siguientes características que ha de tener un manager:

Ser paciente significa mostrar autocontrol; es decir, ser consistente y predecible en el estado de ánimo y las acciones, controlando los impulsos. Las emociones se transmiten y los colaboradores valoran a los mandos autocontrolados emocionalmente. Se necesita un líder con un nivel excepcional de paciencia para gestionar eficazmente a las personas.

El manager paciente y autocontrolado se convierte en un líder que otros buscarán seguir. Sin embargo, es una competencia de liderazgo difícil de desarrollar ya que afecta a los rasgos de personalidad del manager; aunque, la buena noticia, es que a partir de la autoconciencia es desarrollable.

Como managers, preguntémonos: ¿he estado demostrando bondad hacia aquellos que trabajan conmigo?, ¿me he comunicado con las personas que coordino de manera amable?, ¿escucho mi tono últimamente y podría haber usado un tono diferente? y ¿trato a mis colaboradores con respeto?

La habilidad del liderazgo, también, depende de la habilidad del directivo en saber tratar a sus colaboradores, siendo: por un lado, conscientes de cuándo y cómo hablar, así como de cuándo calla; y, por otro lado, conscientes del valor diferencial de la persona.

La amabilidad y, por ende, el respeto, además de una competencia, es una virtud. El manager que sabe respetar y ser amable con sus colaboradores, tiene muchas oportunidades para ser un lider influyente.

Sobre la necesidad de que el manager sea humilde para ser un gran lider ya he hablado en varias ocasiones. Hablamos de un rasgo de carácter necesario para ser un buen líder. La humildad es lo contrario del orgullo y la arrogancia (que hacen referencia a las personas asentadas en el "yo"). La realidad es que el orgullo y la arrogancia apuntan a sentimientos más profundos de inseguridad dentro de un manager. A veces, las necesidades humanas de querer sobresalir se pueden traducir en un falso sentido de orgullo y arrogancia.

Jim Collins, dice que "el ingrediente mágico" de los grandes ejecutivos "no está en su competencia o genialidad, sino que en su humildad y buena voluntad". La humildad es un valor (o virtud) que el propio Collins considera escaso en los ejecutivos y que consiste en aceptarse con las habilidades y defectos de los que disponemos.

Ser humilde es lo contrario de ser soberbio. La soberbia significa olvidarse de las imperfecciones, sentirse autosuficiente y perder la capacidad de crítica. Por ello, la soberbia es el principio del declive de una persona y de una organización.

De un buen líder se espera, por tanto, que no sea pretencioso, interesado o egoísta. Los directivos que pretenden ser líderes siempre serán más comprensivos, más indulgentes y más pacientes, estando dispuestos a rodearse de los mejores y aprender de los demás, independientemente de tu título o posición.

Un manager egoísta solo se acerca a los colaboradores cuando quiere algo de ellos. El auténtico lider no usa solo a los colaboradores cuando le interesa. Los proyectos de equipo es interés de todos; no solo del responsable. La comunicación transparente, la solicitud de ideas o el apoyo constante han de ser rasgos del manager que quiere influir positivamente.

El directivo que quiera ser un buen lider influyente debe asegurase de desarrollar sus características de relación con los colaboradores sin ego para quienes lideras. La regla de siembra y cosecharas es un hecho. Si, como manager o directivo, no mostramos respeto a los demás, -en especial a los colaboradores-, no obtendremos buenos comportamientos de los mismos. Siempre cosecharás lo que has sembrado.

A menudo, la capacidad del manager para avanzar como lider se ve frenada por la falta de perdón. Perdonar es un beneficio para ti y no para la otra persona. Cuando el manager abriga sentimientos de resentimiento y de falta de perdón, lentamente se debilita como un cáncer oculto. De hecho, podemos, literalmente, desarrollar problemas de salud como resultado del estrés de la falta de perdón que tenemos dentro.

El perdón es una ley universal que el manager no puede ignorar. El manager ha de ser consciente que, -al igual que él mismo, los miembros de su familia o sus amigos-, sus colaboradores no son personas perfectas. Las personas y nosotros mismos cometen errores, lo que nos permite ejercer la capacidad de perdonar. A veces nos podemos enojar y dejar que nuestras emociones nos dominen, pero un manager ha de saber perdonar y, a su vez, pedir perdón si quiere ser un buen lider influyente.

Uno de los principales rasgos de los managers que buscan ser buenos lideres es la honestidad. Algunos casos prácticos de relevancia de las escuelas de negocio nos muestran como las organizaciones sucumben cuando sus principales ejecutivos no comparten la visión, la dirección o sus conocimientos hacia sus colaboradores y el resto de la organización. Esto mantiene a los empleados en la oscuridad y, lo que es más importante, les da una sensación de desconfianza en sus líderes.

Por encima de todo, los empleados quieren que se les diga la verdad. Otra palabra para la honestidad es integridad. Este rasgo falta en muchos directivos. Los colaboradores quieren ver coherencia de sus mandos. Ser honesto es algo que debe saber desarrollar un directivo para ser un lider. La prueba definitiva de tu honestidad es lo que haces cuando nadie está mirando. La deshonestidad comienza en nuestra vida personal y no es un problema de liderazgo, sino un problema de carácter. El directivo, si quiere ser un buen lider y, especial, influyente, ha de elegir siempre la integridad y honestidad.

El liderazgo no solo requiere carácter, sino que, también, requiere compromiso. El directivo debe estar comprometido con su papel de líder: con su responsabilidad hacia la organización, los resultados y hacia su equipo de colaboradores.

Que un directivo este comprometido con el proyecto no significa que tenga que ser adicto al trabajo y exija ese tipo de comportamientos a sus colaboradores. Para un lider, compromiso significa llevar adelante el proyecto con visión y cumpliendo los plazos, si desear brillar y sobresalir por encima de los que le siguen. Los colaboradores querrán seguir al directivo como lider y lo respetarán, cuando este, entre otras cosas, demuestre compromiso con el proyecto y con las personas implicadas. Un compromiso fuerte genera resultados sólidos, pero un compromiso débil genera resultados débiles.

Probablemente muchos de los lectores de este artículo ya se preguntarían en qué medida tiene que ser un directivo empático para ser un lider influyente. Sin duda, en mucho.

El directivo para poder influir positivamente en los demás, -en especial sus colaboradores-, tiene que saber ponerse en lugar de ellos y saber lo que piensan y lo que sientes. Esta es la única manera para poder interactuar eficazmente con ellos. Muchos de los rasgos que hemos comentado, requieren que el directivo sepa ser empático.

La empatía, de la cual también nos habla en profundidad Daniel Goleman, va mucho más allá de las palabras y supone descifrar todo ese lenguaje (verbal y, sobre todo, no verbal) del otro, ponernos en el lugar del otro, para identificar lo que piensa y siente.

La empatía es una habilidad de la que se sirve el lider para, en base a esa información que obtiene de los colaboradores (por, ejemplo), establecer vínculos más fuertes, lazos sociales y afectivos más profundos.

· Comunicación eficaz

Para saber ser un buen lider eficaz, también, hay que saber comunicar con los colaboradores. En especial, el manager que desea ser un buen lider ha de manejar con habilidad los principales elementos de la comunicación interpersonal; como, por ejemplo, la escucha activa, hacer preguntas poderosas, saber dar feedback y transmitir con eficacia (de forma verbal y para verbal).

Algunos piensan que influir es lo mismo que persuadir y, reconozcámoslo, en muchos casos persuadir tiene connotaciones negativas: parece que el directivo ha de ser un "trilero" de la palabra para obtener el sí de los colaboradores.

En primer lugar, persuadir es la parte de la comunicación orientada a conseguir los objetivos de esa comunicación; y, si hace con respeto, con transparencia y sin maldad, no tiene porque ser negativo. Por ejemplo, es licito pedir o negociar si se da en un entorno de transparencia y beneficio.

Sin embargo, influir va más allá de persuadir. Influir tiene que ver con la satisfacción que produce en otro relacionarse contigo, adoptando tus ideas, visión, etc. Y, en este caso, la comunicación es una palanca necesaria. Por ello, los lideres influyentes saben comunicar.

En parte, podemos decir que la verdadera esencia del liderazgo es desarrollar la capacidad de guiar a otros con su permiso, accediendo voluntariamente. Es lógico, por tanto, que el liderazgo se base en la influencia. Un directivo no puede ser lider sino sabe influir positivamente en los otros. Pero saber influir, al ir mas allá de las palabras, exige al directivo trabajar las habilidades, rasgos personales, valores y actitudes comentadas.

Hay una buena noticia: un manager o un directivo puede llegar a ser un lider influyente, pero si no dispone de determinadas competencias, esto podrá requerir de mucho tiempo, voluntad y práctica.

Socio director de People First Consulting

Fuente https://antoniopenalver.blogspot.com/2019/03/el-lider-influyente_72.html


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