El liderazgo, básicamente, es la forma de motivar a los colaboradores para la ejecución de tus planes. Existen diferentes estilos de liderazgo: El autoritario, el participativo y el que se basa bastante en la delegación.
Los buenos líderes saben mezclar los tres estilos y los malos tienden a mantener un solo estilo que es el autoritario, también llamado autocrático. Este último estilo se caracteriza porque los dirigentes dicen a sus colaboradores lo que deben de hacer y cómo lo deben de hacer, sin atender a sus opiniones.
Así, los colaboradores no se sienten motivados, pues este estilo, además, se suele acompañar de gritos o incluso amenazas. Este estilo autoritario, puede llegar a ser abusivo y debe utilizarse en raras ocasiones. Si deseas obtener un mayor compromiso y motivación de sus empleados, debe utilizarse el estilo participativo.
Este estilo implica que uno o más colaboradores toman parte en el proceso de la toma de decisiones (determinación de qué hacer y cómo hacerlo). El líder mantiene la autoridad y la capacidad para tomar la decisión final y esta participación la considera como un signo de fortaleza. No es de esperar necesariamente que un líder lo sepa todo y el uso de este estilo es de beneficio mutuo y los empleados se sienten parte del equipo y de sus mejores decisiones.
En el estilo basado en la Delegación, aunque el líder sigue siendo responsable de las decisiones, el líder no puede hacerlo todo y debe saber delegar determinadas tareas. Este estilo muestra la confianza en tus colaboradores.
Un ejemplo de utilización de los tres estilos sería: Decir a tus empleados que un procedimiento no está funcionando correctamente y que se debe establecer uno nuevo (autoritario), solicitando sus ideas y aportaciones para la creación del nuevo procedimiento (participativo) y delegando tareas a fin de aplicar el nuevo procedimiento (por delegación).
Los líderes positivos usan las recompensas, la formación y el Facultamiento – Empowerment para motivar a los empleados, mientras que los negativos amenazan con sanciones, creen que es la única manera de que se hagan las cosas y utiliza la reprimenda delante de los demás.
Los negativos no lo creen, pero lo que siempre sucede es que con este comportamiento la moral del empleado cae y esto conduce a una menor productividad.
Alberto Aguelo Monreal – Ingeniero Industrial
Fundador del Instituto INTEC
