Dicha clasificación era.
- Crédulos: aquellos que dicen que pueden existir extraterrestres para lo cual, argumentan cosas que entran en la racionalidad humana, como la ecuación de Drake, el sentido de la intuición, noesis o incluso razones religiosas, etc.
- Magufos (neologismo derivado de unir las palabras MAGo y UFO): aquellos que dicen que existen extraterrestres y lo argumentan con aseveraciones tan dudosas como la premisa, como “los extraterrestres existen por que alguien conduce los OVNI's”, o “los extraterrestres existen por que alguien hizo las pirámides” o cualquier otra argumentación circular.
- Esohistericos (neologismo derivado de unir las palabras ESOtericos e HISTERICOS): aquellos que argumentan que los extraterrestres existen por que se han dado un paseo con ellos en sus naves por Ganímedes, Raticulín, por Alpha, Beta y la confederación ínter-galáctica.
Ciertamente si en esta clasificación cambiáramos el nombre de “crédulo” por el de “curioso” o “inquieto”, esa definición debería ser la del verdadero buscador de la luz.¿Cual es pues el limite de la irracionalidad que nos podemos permitir?, o ¿Cual es el limite inestable donde podemos ir mas allá?, la respuesta esta en la definición de crédulo: la noesis.¿Que es la noesis?Si tenemos en cuenta la experiencia esotérica en sí misma, es decir, valorándola en su vivencia real, haciendo abstracción de su significado, y llevándola solo como una idea de nuestra mente, podemos tener una conciencia personal de la existencia de cosas reales e irreales para otros, que existen en esencia. Para otros sera un sueño, una idea, pero para nosotros ES y esa realidad la asumimos como propia.Esa visión personal, esa comprensión intima, tomada como entidad voluble y no como hechos específicos de la conciencia, es decir en nosotros como seres y no en el sujeto empírico mental, entenderemos que existen otras realidades que están en nosotros, pero que son percibidas por los profanos a ellas como irracionalidadesAsí pues, las experiencias esotéricas vividas, no son experiencias materiales, transmisibles y comunicables y en sí mismas no son experiencias intencionales si no vitalesPor ello, solo quien interioriza la experiencia la comprende como propia, la desea, la necesita para vivir, avanzar y evolucionar y hará cualquier cosa para repetirla y quien la ve de modo material, transmisible, comunicable sera una burda representación de la irracionalidad.