El linchamiento

De verdad alguien puede pensar que eso de dejar que todo quisque pueda ir armado por ahí es buena idea? Después de que todos viésemos como en Coripe una turba de gente paseaba con gran algarabía por las calles de la localidad un muñeco de Puigdemont para, acto seguido tirotearlo y quemar lo (menos mal que en efigie, a lo santo oficio medieval) se me queda un mal cuerpo increíble y si además la fiscalía no dice ni chufa vamos listos. Ahora a ver quién es el que se atreve a decirle al ex Molt Honorable que asome la patita debajo de la puerta por estas latitudes visto como se las gastan en algunos barrios. Si yo fuese él ya estaría a la puerta del Tribunal de Derechos Humanos, con los ojos desencajados, una pantalla gigante en mitad de la plaza y un megáfono gritando “¡¡Miraddd, mirad al hombre de Atapuercaaa!!” Es grotesco y lamentable y más todavía leer que al Alcalde le parece perfecto y además intenta arreglarlo diciendo que también queman Árabes, todo muy normal y civilizado sobre todo en pleno s XXI en el que hasta Judas hubiese merecido un juicio justo y la violencia brutal debería estar desterrada de nuestros pensamientos. Lo normal ¿Verdad?. Pues a mí no me lo parece demasiado, aunque al ver a la policía local del lugar repartir la munición para las escopetas no se ya que pensar, igual soy yo el que está anticuado y le parece que lo del Toro de la Vega y esta salvajada son primos hermanos. Lo que de verdad no entiendo es de donde ha salido tanto odio y tanta inquina a los catalanes y a todo el que no tenga una querencia a aquello de la bandera que se sacó de la chistera Carlos III, allá por 1785 para diferenciar sus barcos de los de sus primos los franceses, que cosas, Parece mentira pero en las horas que estamos todavía no hemos aprendido que TODO puede hablarse. Aunque tal y como se está poniendo el percal algunos en nada van a subir sus apegos a pintarle a la bandera un águila de Patmos.
¿Se puede saber que nos está pasando? Seguro que si aprovechando que estamos en las fechas del día del libro regalamos o nos regalamos algo para leer entenderemos  que deberíamos leer más o no saldremos de esta, porque como me dijeron una vez “Sólo los libros nos pueden salvar”. A esta verdad como la catedral de Burgos le añado que vayas a votar el domingo así, por lo menos siempre podrás decir a tus nietecitos, dentro de unos lustros, que has hecho algo a favor o en contra porque que descubran que te quedaste mirando a las musarañas queda feo. Ah, y una cosa, si lo que sale no te gusta no se aceptan reclamaciones.
Mira que yo pensaba que la noticia estas pascuas, además de la tabarra electoral con dos 

Álvaro, Tribuna de Valladolid

debates en 24 horas en los que nuestros principales políticos se reafirman en vendernos, una y otra vez su cantinela (con mayor o menor gracia) intentando esconder el fantasma de VOX que sobrevuela el plató para vendernos lo que ya creo que hemos comprado a estas horas. Pero bueno, como decía, además de las elecciones pensaba que las noticias no irían más allá de las riadas de lágrimas de los nazarenos que se quedan en casita una vez más, víctimas de aquello de “en abril aguas mil” o de que igual el mismísimo crucificado está hasta las narices de ver desde hace dos mil y pico años como las gentes saltan rejas, se pegan, lloran, cantan saetas al borde del estallido de cuerdas vocales y le rememoran la que le hicieron pasar unos que hacían lo mismo que los que siguen sin evolucionar y se dedican a quemar, colgar y tirotear a los que les caen gordos mientras otros no quieren saber nada y huyen despavoridos de las ciudades en busca de unos días en “modo avión”. Seguimos igual que en los tiempos de Poncio Pilatos, vamos apañados.