Antes de dar a luz, mi amiga Lou me aseguraba que en nada de tiempo podría comprender lo que mi hijo quería simplemente escuchando su llanto, sin ni siquiera verle la expresión facial. Yo pensaba que eso era absolutamente imposible y que si ella había conseguido tal destreza era porque tenía una gran habilidad o porque su hijo tendría un amplio repertorio de llantos, bien diferenciados.
Ahora sé que no sólo es posible sino que casi todas las madres, por no decir todas, acabamos desarrollando esa habilidad en muy poquito tiempo. Probablemente, una cuestión de instinto.
Estoy segura de que cualquier persona de la calle que escuchara a mi hijo llorar durante un día completo pensaría que todos sus llantos son iguales y que es imposible descifrarlos. No sé si entender este "código" es cuestión de naturaleza o si deriva, simplemente, del hecho de estarlo escuchando todo los días.
Sea como sea, yo le comprendo ya como Neo "viendo" matrix:
- Llanto de hambre. El más desesperado de todos. Un llanto desgarrador, muy alto, muy seguido. Se pone rojo, morado y, lo que es peor, a veces se queda como si dejara de respirar, algo que pone los pelos como escarpias pero que hacen casi todos los bebés. Este llanto no se calma con nada, con ninguna tontuna que le hagas, la única forma de hacerlo parar es darle de comer.
- Llanto de sueño. Normalmente empieza con pequeños grititos, movimientos de cabeza, las manos en la cara y va in crecendo. Cuando ya está desesperado por dormirse, más que llorar son gritos muy agudos. Casi siempre, después de que los gritos hayan crecido hasta un nivel ya exasperante, cae redondo. Algo que siempre hace que me sonría.
- Llanto porque quiere hacer caca. Quiero dedicarle un capítulo especial al aprendizaje de los bebés para hacer caca, pues yo creía que era algo reflejo, pero no. Sólo es un acto reflejo en sus primeras semanas de vida, a partir de ahí tienen que aprender a apretar y al mío le sigue disgustando bastante. Este llanto es más bien una queja. Se pone rojo, frunce el ceño, cierra los puñitos...vamos, que aprieta. Esto va acompañado de quejas de volumen medio que suelen sonar a "ñeeeeee". Si no consigue cagar, termina pegando unos cuantos gritos más bien graves y al final se calla (creo que lo deja para otro momento). Aunque normalmente suele terminar la cosa es un "prrrrggggg" que indica, a las claras, que acaba de llenar el pañal de caquita.
- Llanto de gases. Es uno de los llantos más temidos, porque no cesa hasta que expulse el gas, ya sea en forma de eructo o en forma de pedo. Durante las primeras semanas de vida es súper frecuente y luego va descendiendo su frecuencia. Es un llanto muy alto, muy seguido y que desgarra. Se ve que el bebé lo está pasando mal y a veces se le entiende una especie de "ayyyy" que da una penita tremenda. El llanto es muy característico pero si además observamos al niño, se le ve encogerse, doblar las piernecitas y la tripa se les pone dura.
- Llanto porque quiere que le prestes atención o porque no quiere estar solo o porque se aburre (o todo a la vez). Este llanto es verdaderamente irritante. Para mi es el peor de todos, seguramente porque es el que más escucho al cabo del día. Empieza como una pequeña queja pero si no le haces caso de inmediato, acaba siendo una llamada a pleno pulmón. Lo "gracioso" es que en cuanto entras en su campo de visión se calla de inmediato. Y en cuanto deja de verte, vuelta a empezar. Es un llanto in crecendo: normalmente no es muy alto, pero como no le atiendas en 1 ó 2 minutos, monta esto que se suele llamar berrinche. Los bebés, que son muy listos, comprenden muy rápido que llorar hace que sucedan cosas, así que el mío cada vez llora más alto y con más tono de "coñeeeee que estoy solitooooo".
Como no tengo otros niños cerca, me imagino que cada bebé tendrá su propio idioma de llantos, aunque sí que he leído que los llantos suelen seguir el mismo patrón, por ejemplo, el llanto de los gases presenta siempre las mismas características.
¿Cuál es vuestra experiencia en este tema? ¿Entendeis también el llanto de vuestros bebés?.