No hay cosa más alarmante que el llanto de un recién nacido. Efectivamente, es su única manera de comunicarse con los adultos. Sin embargo, el lloro excesivo también traduce tres grandes males que el bebé puede estar sufriendo: hambre, sueño y dificultades digestivas. Después de las dificultades alimenticias (regurgitaciones, mala toma de leche), los cólicos son la segunda causa en importancia del llanto de los niños pequeños.