Un reciente infome de la organización Corporate Europe Observatory (CEO), especializada en advertir sobre la actividad de los lobbies, explica cómo las negociaciones del Tratado de libre comercio entre Estados Unidos y Europa (TTIP) que lleva años negociándose, se han convertido en un paraíso para las presiones de los grandes sectores industriales. La industria farmacética es de las que ha “pisado el acelerador” del lobby.
Entre 2012 y 2014 el sector farmacéutico multiplicó por siete su cabildeo. Varios sectores han aumentado significativamente su cabildeo (comparando la fase preparatoria de las negociaciones con los primeros meses): el sector farmacéutico ha aumentado su presión siete veces.
Mientras que sólo el 2,4 % de las reuniones bilaterales de la Dirección General de Comercio de la Unión Europea (UE) fue con las grandes farmacéuticas en las primeras fases de las negociaciones (enero 2012-marzo 2013), la participación del sector en las reuniones aumentó hasta el 16,5% en el período posterior (desde abril 2013 hasta febrero 2014).
La industria pues está “pisando el acelerador” de sus intereses. ¿Por qué, qué se juega con el TTIP? Médicos y profesionales sanitarios advierten que se intentan poner en el mercado los sistemas sanitarios públicos. Lo que ha sucedido por ejemplo con la hepatitis C y los fármacos carísimos para ella como Sovaldi, es una avanzadilla del TTIP.
Este tratado está para impulsar los negocios, es claro. El problema es qué se entiende por negocio o hasta dónde llegan los negocios y dónde comienzan los derechos de las personas. Porque el acceso a la sanidad universal, pública, sostenida con los impuestos ciudadanos como se hace en España, es un derecho adquirido de su población.
En la Unión Europea parece que los derecos de la ciudadanía no cuentan mucho en estas negociaciones. Así lo revela CEO en su trabajo que indica que la comisaria de Comercio de la UE, Cecilia Malmström, se reúne 100 veces con los lobbies industriales por 20 con las asociaciones ciudadanas.
Pero según advierten diferentes organizaciones sociales y de profesionales de la salud, las lógicas normas regulatorias destinadas a proteger el derecho a la salud pueden ser barreras para quienes desean vender productos y servicios sanitarios.
En el ámbito de los medicamentos, por ejemplo la Organización Médica Colegial (OMC), el órgano de representación de médicos y doctoras en España, dice que el tratado comercial
podría limitar el derecho a la transparencia y a la información a pacientes con las debidas garantías, en relación con los ensayos clínicos y productos sanitarios y también podría afectar a la regulación de los precios y a la autorización de productos”.
Los grupos empresariales que más presionaron en las primeras fases de las negociaciones del TTIP fueron: Federación Business Europe la patronal europea, el Consejo Empresarial Transatlántico (que representa a más del 70 % de las multinacionales de la UE con sede en los Estados Unidos), la ACEA asociación europea del automóvil, la química CEFIC, el conglomerado de farmacéuticas y químicas donde se esconden laboratorios como BASF o Bayer, el Foro Europeo de Servicios y la EFPIA lobby farmacéutico europeo en el que están Roche, Sanofi, Pfizer, GlaxoSmithKline, Novartis, Eli Lilly o las españolas Almirall o Esteve.
Por sectores empresariales los que más presionaron en las primeras fases de las negociaciones del TTIP fueron: los agronegocios y alimentos, los grupos de presión intersectoriales como BusinessEurope, telecomunicaciones y TI, productos farmacéuticos, finanzas, ingeniería y maquinaria, automóviles, tecnología de la salud, productos químicos, y logística.
Además, uno de cada cinco lobbies que están incidiendo sobre el TTIP no figura en el registro de transparencia de la UE, entre ellos federaciones poderosas como el grupo de presión de biotecnología más grande del mundo BIO y el de farmacéutica PhRMA.
CEO denuncia que muchos de ellos no cumplimentan la información requerida por el registro, de manera que es imposible conocer cuántos recursos dedican a su labor de presión ante el departamento de Comercio en la UE.
Los lobbies con más encuentros de alto nivel sobre en TTIP en las instituciones europeas son el Trasatlantic Business Council (representante de más de 70 multinacionales europeas y estadounidenses) y el citado lobby farmacéutico EFPIA.