El Telediario de Televisión Española ofreció ayer una información sobre las demandas que están poniéndose en España por los daños de la vacuna del papiloma (minuto 33:24). Esta semana se ha entregado en los juzgados de La Rioja otra denuncia, que se suma a las cinco que ya hemos presentado el Bufete Almodóvar & Jara.
En efecto, en el bufete, a finales de mayo pasado, pusimos la primera demanda al Ministerio de Sanidad y al laboratorio fabricante de la vacuna Gardasil, Sanofi Pasteur, Merck, Sharp and Dohme (MSD), por los daños causados con el medicamento. Para se exactos, es un primer grupo de cinco familias las que demandan (habrá más). No sólo por Gardasil sino también por Cervarix, la otra marca de la vacuna del papiloma, fabricada por GlaxoSmithKline.
Lo que se denuncia ahora, por la vía penal, es la enfermedad neurodegenerativa que sufre Zuriñe, una chica riojana a la que le pusieron la vacuna a los 12 años de edad y aún hoy con 17 continúa viviendo con graves daños. En el vídeo con la información de RTVE aparecen tanto la joven como su madre haciendo declaraciones.
Desde el principio se explica que Sanidad dice que la vacuna es segura pero hay alguna inexactitud como cuando se afirma que el fármaco “protege” del cáncer de cuello de útero, causado por el virus del papiloma humano. Esto no se ha demostrado aún pues desde su aplicación (año 2008) ha pasado un tiempo aún insuficiente para comprobarlo (este tipo de cáncer tarda alrededor de 25 años en desarrollarse).
A continuación, aparece María José Pasquín, médico de la Asociación Española de Vacunología, núcleo duro esta del lobby de las vacunas impulsado por los laboratorios fabricantes de las mismas. Dice Pasquín, tras reconocer que como todo medicamento puede ofrecer riesgos, que la vacuna
ha sido testada, que se hace un seguimiento de los efectos secundarios y es una vacuna segura”.
Quiero pensar que la doctora desconoce los datos oficiales, los de las autoridades sanitarias de farmacovigilancia, los que tenemos en el bufete y son escandalosos, con muchas notificaciones de sospechas de muerte y graves daños relacionadas con estas vacunas. Esa ignorancia tiene fácil cura. La vacuna se llama información y sólo tiene que pedirla.