Fue famoso en Pontevedra un loro de nombre Ravachol, que vivió entre 1891 y 1913, animal de compañía del farmacéutico Don Perfecto. Perfecto Feijoo se licenció en la Universidad de Santiago, y desde 1880 regentaba la botica de la plaza del santuario de la Iglesia de la Peregrina en la esquina con la calle Oliva. Este inquieto personaje, fundador del primer coro de Galicia, reunía en su local a la flor y nata de las letras y el arte, amén de la política, que acudían a su local a animar las tertulias.
Parece que un profesor de música le regala un loro a Don Perfecto, cuyo lenguaje sorprende a todos los que pasan por allí y enseguida su dueño Don Perfecto le bautiza con el nombre del famoso revolucionario francés.
Una muestra de su sorprendente capacidad es que en ocasiones gritaba “Don Perfeuto a despachar” y cuando se acercaba el farmacéutico le decía “engañeiche”.
El 26 de enero de 1913 fallece el Loro. Parece que le hicieron un rumboso funeral. La causa de su muerte pudo ser un empacho de bizcochos mojados en vino, historia que recoge la prensa "dejando a la sociedad pontevedresa sumida en el más profundo desconsuelo". El cadáver es embalsamado y expuesto en la farmacia que se abarrota por las muestras de dolor de los pontevedreses. A Don Perfecto le llegan telegramas de toda la geografía española. Lo cierto es que, tanto profundizó su historia que, como en otros lugares entierran la sardina al final de sus fiestas, aquí entierran al Ravachol.
Para saber más: Wikipedia
Imagen: Curiosón
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