El Macarrón Solidario

Había una vez un viejo pescador que descansaba a orillas del mar bajo una pequeña sombra. Mientras distendía su mirada hacia un extremo y otro de la playa divisó a lo lejos una persona, y como era lo único que cambiaba su paisaje habitual prestó especial atención en ella. En la medida que esta persona se acercaba notó que era una mujer joven que recogía las estrellas de mar que se hallaban en la orilla y las devolvía al mar. Asombrado y confuso el pescador pensó que era absurdo lo que hacía, y tanto se inquietó que decidió acercarse a dialogar con la joven y convencerla de algún modo que su tarea no tenía sentido y creyó que su experiencia de pescador le serviría de respaldo para el consejo que quería dar.
- ¿Por qué haces eso?
- La marea está baja y deja muchas estrellas lejos del agua, el sol está muy fuerte, las va a secar y se morirán.
- Es usted una joven muy ingenua -le dijo el pescador respetuosamente- permítame decirle que existen miles de kilómetros de costa y centenares de miles de estrellas de mar que quedan varadas en la arena y entre las rocas. Discúlpeme si le digo que lo que usted hace no tiene mucho sentido…
La joven miró al pescador con sorpresa e inmediatamente se inclinó y recogió una estrella en su mano, se la mostró al pescador y mientras cuidadosamente la arrojaba de nuevo al mar le dijo con naturalidad y sencillez…
- Para ésta, sí tiene sentido…

La esencia de esta pequeña historia es la esencia de una I.S.I. (Iniciativa Solidaria Individual, como a ellos les gusta llamarse), ubicada en Valencia pero que ha llegado a los corazones de personas de todas partes y cuyo nombre es “El Macarrón Solidario”.

El Macarrón Solidario es una iniciativa que nace a partir de dos personas maravillosas, de esas personas que crees que, tal y como está la sociedad en que vivimos, quedan muy pocas. De dos personas que dedican cada sábado a hacer unos macarrones con mucho amor y entregárselos a quienes más los necesitan. Personas que no se conformaron en aceptar las cosas como están impuestas y que, poquito a poco y pasito a pasito, están cambiando el mundo, de eso no cabe duda.

Los impulsores de esta maravillosa iniciativa son un matrimonio valenciano que decidieron devolver las estrellas al mar. Puntualmente, cada sábado se reúnen temprano junto a un pequeño grupo de “macarronianos” que se ponen manos a la obra para hacer unos deliciosos

macarrones, cortar el pan, preparar las bandejas, llenar cestas con productos para repartir,…, para después salir cargados de una ilusión y una felicidad envidiables. Llegan a distintos puntos de la ciudad donde les esperan, también religiosamente, personas de distintos países cuya situación económica y social, en la mayoría de los casos, les hace vivir en las calles o, con un poco de suerte, en habitaciones compartidas, trabajando aparcando coches en su mayoría. Reparten, además de comida y bebida, un amor y un cariño que indudablemente les da fuerzas a estos hombres y mujeres para seguir adelante.

El Macarrón Solidario es un ejemplo de solidaridad enorme. Sigo prácticamente a diario su blog -porque no sólo atienden a estas personas los sábados, tienen abiertas las puertas de su casa cada día y a cualquier hora para todo aquel que necesite ayuda- empapándome de un amor al prójimo y de una solidaridad que en pocos sitios se puede encontrar.

¿Por qué no contagiarnos de esta solidaridad e intentar devolver estrellas al mar? Estrellita a estrellita podemos hacer mucho, sólo es cuestión de dar el paso. Dejemos salir esa solidaridad que llevamos dentro e intentemos cambiar el mundo: sólo poco a poco se conseguirá. En nuestras manos queda.