El Machismo es lo maximo

Así lo podrían haber dicho sin pensarlo dos veces, -¨las mujeres deben criar a los plebes mientras el marido trabaja para comprar comida y los fines de semana chingarse las cheves¨- sin pena comentaban mis compañeros, por que en esas esferas de la sociedad la pena no existe ni por respeto ni por formalidad, eramos como ocho cabrones bajo el sol, todos muertos de hambre trabajando para el mismo hombre, un cincuentón que había erado el terreno de su madre, su chingada madre.

Ya pasaba de mediodía y las jóvenes salían de la preparatoria en el terreno de enfrente, algunos intercambiaban miradas, para otros eramos parte del paisaje, pero estos cabrones no eran gente de bien, aun sabiendo que eran menores no dejaban de silbar, las muchachas les ignoraban, otras les respondían con silbidos o directamente mentadas de madre , puto el que los callara o corrigiera, eso decían o dicen , no se que habrá pasado con los otros 6 hijos de la puta calle.

De todos ellos Juan era el mas canijo, Juanito apodado por todos, un pinche gigantón de unos dos metros de alto , moreno quemado hasta los ojos, el muy bastardo podía cargar en una mano un costal de sementó, era bueno en su trabajo, no era el tipo mas despierto de todos, pero un calenturiento de mierda, carecía de respeto, mujeres, adolescentes o ancianas, no le temblaba la voz para lanzar su majaderías, solas o acompañadas, mas de una vez le dijimos que un día llegaría un cabrón a quien no le darían risas sus mamadas.

–las que me haces– respondía mientras se reía.

El sol no perdonaba nuestra mugrosa piel cubierta de concreto y arena, pero el estomago ya saben necesita comida,  trabajamos por dinero, una botella de agua era nuestra compañía pero esa mañana hicimos algo distinto, sobre una estufa improvisada con pedazos de madera unos blocks de cemento acomodamos parte una reja de metal donde nos hicimos unas quesadillas de harina con su respectiva coca cola ,  ahí estábamos comiendo felices e ignorantes, justo a tiempo para ver salir a los jóvenes de la preparatoria, comenzaron los chiflidos pero Juanito estaba inquieto, recuerdo a verlo visto mirando a la puerta con una cara de miedo, como la que ponía mi abuela cuando no lograba recordar si había apagado la estufa, cuando dejaron de salir los jóvenes de el edificio Juanito saliendo corriendo .

Todos nos quedamos pensando que le habría pasado al pendejo, lo vimos entrar al edificio, lo vimos salir con el celular en la mano

–No esta carajo!!! Que no se presento dicen!! puta madre!!– le gritaba al teléfono mientras buscaba por el terreno de enfrente como loco.

Solo podíamos mirar al pendejo ese, mientras nos chingábamos quesadillas no mal entiendan no es que no hubiéramos tenido corazón, es que eramos felices e ignorantes. Volvió a marcar al teléfono y escuchamos claramente desde a otra cuadra la canción de esa de bueno esa de ¨la alegría de esta vida¨ la mugre canción de Telcel y lo vimos seguir el sonido hasta un lado del edificio.

—Emma — gritaba Juanito —hija — gritaba aun con mas ganas y la voz mas quebrada.

Estaba llorando con el cuerpo de su hija en los brazos. aun puto lado de la escuela.

Nadie sabe que paso, la policía dijo fue violada y asfixiada hasta la muerte, ya van 11 años el caso sigue abierto  y Juan no ha vuelto a silbar desde entonces .

Fin