Una colaboración paterna…
Cuando pasa el invierno en mi pequeño país y empieza a florecer la primavera, los campos se ponen insultantes de colorido y aparecen flores por doquier, si hermoso es el campo no menos bella es nuestra pequeña montaña, que divide a los dos climas que perduran en él, cálido y húmedo de la costa y frio y seco del interior.
A mí en mi juventud, me encantaba hacer excursiones al valle perdido o a la cresta del gallo y hace unas fechas tomé la decisión de subir en una noche estrellada a oír un rato de Serrat y Sabina y sobre todo a vibrar oyendo las Reflexiones de Carl Sagan, que, en el silencio de la noche, sonaban lentas y aterciopeladas.
“Desde éste lejano punto de vista, la Tierra puede no parecer muy interesante. Pero para nosotros es diferente. Considera de nuevo ese punto. Eso es aquí. Eso es nuestra…
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