T.O.: The water diviner. 2014. Universal Pictures. Director: Russell Crowe. Guión: Andrew Anastasios, Andrew Knight.
Reparto: Joshua Connor (Russell Crowe), Ayshe (Olga Kurylenko), Mayor Hasan (Yilmaz Erdogan), Teniente Cyril Hughes (Jai Courtney).
Joshua es un padre de familia que se dedica a su granja en Australia. Cuando sus tres únicos hijos mueren, durante la I Guerra Mundial, en la batalla de Gallipoli; su mujer se verá sumida en un auténtico drama, destrozando la vida del matrimonio. Joshua decide ir en busca de los cuerpos de sus hijos, que aún yacen en el campo de batalla; ya que los aliados abandonaron la península cuando sufrieron la derrota.
El actor Russell Crowe se pone aquí delante y detrás de la cámara para ofrecernos esta adaptación de una exitosa novela basada en hechos reales procedente de su país de origen, Australia. Y lo cierto es que el actor fracasa en su labor como director y no ha conseguido un trabajo lo suficientemente llamativo como para decir que estamos ante un nuevo valor tras las cámaras. La película es un conjunto de estereotipos y "ranciedades". No levanta el vuelo en ningún minuto, ni siquiera en el esperado momento en que Joshua es integrado dentro del grupo de búsqueda de los cuerpos de sus hijos; momento resuelto de la forma más estúpida y sosa imaginable. Por no hablar del buenismo cursi de toda la cinta a la hora de reflejar conflictos tan crudos como la batalla de Gallipoli o el levantamiento del ejército turco contra la ocupación extranjera. Las interpretaciones mejor dejarlas aparte y olvidarnos de la presencia de esta película en la filmografía de los actores, porque están todos realmente horribles.
El maestro del agua es una odisea falta de toda emoción. Crowe podría haber cogido como referencia films como Gallipoli, Camino a la libertad, Australia o El expreso de medianoche, para dar forma a su película; sin embargo, ha optado por realizar un aburrido y extenso telefilm falto de fuerza y expresión. (2/10)