Hace un mes hizo una de esas tardes horrorosas y lluviosas en las que solo apetece sumergirse en una historia que te llene de color. La mía fue El mago de Oz, quería dejar la lluvia atrás e ir más allá del arco iris. La he visto varias veces y pienso que es una de esas películas que todo el mundo debería ver, un must para los amantes de las historias bonitas, del cine y de los musicales.
1939 | Estados Unidos | Director: Victor Fleming | Guión: Noël Langley, Florence Ryerson, Edgar Alan Wolfe (Cuento: Frank L. Baum) | Música: Herber Stothart (Canción: E.Y. Harburg & Harold Arlen) |Fotografía: Harold Rosson | Reparto: Judy Garland, Frank Morgan, Ray Bolger, Bert Lahr, Jack Haley, Billie Burke, Margaret Hamilton, Charley Crapewin, Clara Blandick | Productora: MGM.
Dorothy, que suena con viajar “más allá del arco iris”, ve su deseo hecho realidad cuando un tornado se la lleva con su perro Totó al mundo de Oz. Pero la aventura solo acaba de comenzar. tras ofender a la Bruja Mala del Oeste, aconsejada por la Bruja Buena del Norte, Dorothy se dirige por el camino de las baldosas amarilla hacia Ciudad Esmeralda, donde vive el todopoderoso Mago de Oz, que puede ayudarla a regresar a Kansas. Durante el viaje, se hace amiga del Espantapájaros, el Hombre de Hojalata y el León Cobarde. El Espantapájaros desea un cerebro, el Hombre de Hojalata un corazón y el León, el coraje que le falta; convencidos de que el Mago también les puede ayudar a ellos, deciden unirse a Dorothy en su odisea hasta Ciudad Esmeralda.
Estrenada en 1939, El mago de Oz tiene la peculiaridad de que aunque el cine a color ya estaba en auge, la película fue rodada íntegramente en blanco y negro. Y… ¿cómo es posible que desde el momento en que Dorothy llega a Oz sea en color? Porque fotograma a fotograma fue pintado, de ahí a esos colores tan llamativos que muestran las diferencias entre el aburrido Kansas y el increíble Oz. Pese a la época que era, me sorprende ver cómo manejaban los efectos especiales, la película está cargada de momentos mágicos que están muy bien manejados (siempre sonrío cuando detecto los hilos que ayudan a que la cola del león se mueva, es normal, es el año 1939).
El guión es bastante fiel a la historia original de L. Frank Baum, hay algunos cambios respecto al final para que la historia no se alargara demasiado, escenas que no aparecen, pero que realmente no son necesarias para que la historia se entienda y para que la esencia sea la misma. No voy a comentar mucho más sobre ella y sus diferencias con la película porque ya lo hice cuando reseñé la novela y porque, realmente, debido al éxito de la película, somos más conscientes de la historia que se nos cuenta en ella que de la novela en sí. La identificamos por la película y es normal, son 75 años desde que estrenó, la hemos vistos tropecientas veces y hemos crecido escuchado We’re off to see the wizard, the wonderful wizard of Oz. Las canciones, su banda sonora, ha arraigado tanto en nosotros que no podemos separar la historia de las canciones, puede que en algún momento nos sentimos un pelín agobiados por ellas –sobre todo a aquellas personas a las que los musicales no les agranden mucho- pero era lo propio de la época. Somewhere over the rainbow es uno de los momentos más especiales de la película, porque muestra los deseos de Dorothy, sus ganas de ver más, que luego se cumplirán.
En cuanto a los actores, teniendo en cuenta las circunstancias y dificultades que muchos de ellos tuvieron (recomiendo que, si podéis, veáis los extras), hacen unas buenísimas interpretaciones. Después de tantos años, siempre será Judy Garland nuestra Dorothy, y tampoco me imagino a ningún otro en el papel del Espantapájaros que Ray Bolger. Siempre ha sido mi personaje favorito de El mago de Oz, el primero con el que se encuentra Dorothy y el que más claramente muestra que aunque no tenga un cerebro era el más inteligente, todo ello con ese toque cómico y torpe –teniendo en cuenta de qué está hecho- del que bebe. Y aunque no lo parezca, la Bruja Mala del Este es otro de mis personajes favoritos –pobrecita, en realidad nadie la comprende- y Margaret Hamilton hace un maravilloso papel. Ella es, para mí, como tiene que ser una bruja de verdad.
Dejaros llevar por un tornado, viajad por caminos de baldosas amarillas, derrotad a brujas, pero volved a casa porque…