La historia tras uno de los mayores y más mágicos clásicos Disney, Mary Poppins, se plasma en la encantadora Al encuentro de Mr.Banks. El duelo de titanes entre Walt Disney (Tom Hanks) y P.L.Travers (Emma Thompson) rebosa magia. Acabarás cantando "supercalifragilisticoespialidoso".
por Jonathan SedeñoViento del norteY niebla grisAnuncian que vieneLo que ha de venirLos primeros versos que escuchamos en Mary Poppins de la mano de Dick Van Dyke, son los mismos que podemos escuchar en Al encuentro de Mr. Banks. Y como una metáfora de los que ha de venir, ese recurso une indisolublemente a ambas películas durante todo el metraje.
Ya no es solo que Al encuentro de Mr. Banks sea el making of de Mary Poppins, es que reinventa el concepto del cómo se hizo para dar un paso más allá y poder empezar a disfrutar de una película diferente. Porque la historia de lucha de titanes de P. L. Travers y Walt Disney no se limita a contar (a veces rayando los límites de lo creíble) la consecución de un proyecto, sino que convierte esta historia en un complemento perfecto para el clásico de 1964.
Uno de los indudables valores que posee la película es la incertidumbre absoluta respecto al resultado final. Todos conocemos a Mary Poppins y sus aventuras con Jane y Michael Banks. Y todos hemos recitado supercalifragilisticoespialidoso, que aunque suene extravagante, raro y espantoso, si lo dices con soltura sonará aarmonioso. Es parte de esa pop culture que nos invade desde niños. Al encuentro de Mr. Banks juega durante dos horas con recuerdos de niños, con pistas, con detalles que el nuevo espectador apreciará por su cuidado, y que el espectador que conozca al dedillo la producción original tomará por gratas sorpresas.
En el sentido más estricto, y salvando las distancias, Al encuentro de Mr. Banks consigue lo que en su día fue capaz de idear Valkiria de Bryan Singer, que olvidemos la realidad y pensemos, por un momento, que las cosas van a acabar sucediendo tal y como nos plantea el juego de guión. El resto, es Historia.
Ya sea por una factura muy correcta o por un hilo musical espléndido (obra de Thomas Newman que exprime al máximo toda la partitura de los hermanos Sherman), la película vence gracias al buen hacer de actores que defienden personajes reales y los hacen suyos, destacando indudablemente a una Emma Thompson que necesita un mayor reconocimiento del que posee, en un papel antipático pero que gana el favor del público, un trabajo maravilloso.
Al encuentro de Mr. Banks no es solo la historia de cómo Walt Disney pudo cumplir una promesa de veinte años. En la consecución de un sueño, es una película que se impregna de la magia de la Mary Poppins original y nos pide que sigamos manteniendo toda la ilusión aunque sigan pasando los años.