El mal cambio

No importa cuántas veces queramos cambiar, ni cuántos caminos hayamos creído ver ciertos. Continuaremos en ese círculo que nos indica que no somos suficientemente grandes, que necesitamos ser más. Pero, ¿por qué tanta necesidad? ¿Acaso no es mejor evolucionar de forma natural, consiguiendo algunos defectos y virtudes acordes con nosotros mismos? ¿Tenemos que ser siempre lo que nuestra cultura nos ha señalado? Quizás ni tan siquiera sea cuestión de cultura, sino de quién domina. Aunque, al fin y al cabo, si vamos deshilando cada paso que ha dado nuestro entorno, llegaremos a la cuestión de que el pensamiento que nos rodea es quien ha generado tanto lo bueno como lo malo.

Entonces, ¿debemos hacer ese cambio que líneas atrás he tachado de inútil?