Revista Cine

El mal camino, de Mikel Santiago.

Publicado el 03 junio 2015 por Meg @CazaEstrellas

El mal camino, de Mikel Santiago.
Hace poco menos de un año os hablaba de "La última noche en Tremore Beach", el debut literario, en lo que a novela se refiere, de Mikel Santiago. Os comentaba que habría que seguirle la pista, y creo que no me equivocaba. Desde hoy encontraremos en las librerías, "El mal camino", su nueva novela, que me ha gustado más incluso que la anterior.Conocemos al escritor Bert Amandale, casado y con una hija adolescente. Su matrimonio no pasa por el mejor momento y su hija no es que se mueva en la compañía más aconsejable, por lo que deciden dejar su residencia en Londres para empezar de nuevo en el sur de Francia. Allí vivirá también Chucks Basil, una estrella de rock venida a menos, amigo incondicional de la familia.Una noche, circulando por una carretera rural, Chucks, en estado ebrio, tiene un accidente de coche y atropella a un hombre que, tras susurrarle unas palabras, muere. Chucks huye, y cuando la conciencia le hace volver al lugar de los hechos, no encuentra el cadáver ni rastro alguno del accidente. Al contárselo a su mejor amigo, Bert, este quiere creerlo, pero dado el pasado inestable mental de su amigo, no puede evitar tener dudas sobre lo realmente acontecido. ¿Qué ha ocurrido realmente? ¿Hubo un accidente o es fruto del alcohol y la imaginación de Chuks? ¿Quién era el hombre supuestamente atropellado? Nos encontramos con una historia contada en primera persona por Bert, el protagonista, una historia que contiene elementos comunes con la anterior novela del autor:  visiones, pesadillas premonitorias, dudas sobre la certeza de lo que está pasando y suspense, mucho suspense, y es que "El mal camino" es un thriller en mayúsculas, con un ritmo narrativo que no decae en ningún momento y que va in crescendo desde que arranca.Mikel Santiago sabe mantener la tensión, aumentarla capítulo a capítulo y acompañarla de las emociones y pinceladas irónicas de sus personajes. Una lectura de 426 páginas que dura un suspiro, con claras influencias de Stephen King, porque os advierto desde ya, que es imposible leer a Mikel Santiago y no acordarse de King. ¿A qué esperáis para leerlo?

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