El mal humor engorda
Hay que ver la cantidad de factores que influyen en nuestro peso corporal. Dejar de fumar engorda. Vivir en pareja engorda. Enamorarse adelgaza. El sexo, en pareja, adelgaza. Ahora sabemos que el humor también influye.
Cuando estamos en situaciones de estrés y de mal humor nos aumenta la tensión y los niveles de una hormona denominada cortisol. El cortisol se encarga de regular el nivel de glucosa en la sangre. Se trata de un mecanismo automático de nuestro cuerpo que intuye que en un futuro inmediato vamos a necesitar una alta cantidad de energía.
Pasa exactamente lo mismo cuando, por ejemplo, vamos a competir en un evento deportivo. En los momentos previos nos ponemos nerviosos, aumenta la tensión, el cortisol y la glucosa en la sangre para poder tener energía durante la competición.
¿Qué sucede si pese el aumento de la glucosa en la sangre no llegamos a efectuar el desgaste energético posterior? La glucosa, el alimento de nuestras células, acaba convirtiéndose en grasa y se va a esas partes del cuerpo tan odiadas como la cintura y la barriga. Engordamos.
Si vives estresado o de mal humor y engordas, hay trucos para enmascarar el aumento de volumen: jugando con el color de la ropa. Si vistes de blanco aparentas más volumen. Si vistes de negro, menos. ¿Por qué? Lo vemos mañana.