Además de que nos han dicho de todo menos bonito porque no les ha gustado el resultado electoral de las elecciones al Parlamento de Andalucía -no ha habido insulto ni desprecio que no hayan utilizado a través de las baterías de los medios de comunicación afines para con los andaluces-, ahora nos castigan con dureza con los Presupuestos Generales del Estado. Está visto que a partir de ahora va a costar muy caro el que los ciudadanos acudan a votar en las urnas lo que les dé la gana. Y, por si fuera poco, se niegan a reconocer lo que nos corresponde en derecho. A eso se le llama en mi tierra mal perder. A otros, por esos mismos intereses, los premian. ¡Que no se les ocurra equivocarse con la papeleta de voto, por Dios!