La película empezaba muy bien. Rondón adelantaba al Málaga en el minuto 13 tras un despeje a bocajarro de Palop. Poco pudo hacer el portero sevillista que, posteriormente, se convertiría en una pieza clave del triunfo de su equipo.
La primera mitad desplegó lo mejor del partido. El Sevilla respondió pronto, y en el minuto 20 Alfaro colocó el empate en el luminoso. El Málaga dejaba demasiadas dudas atrás. El dibujo táctico no acompañó hoy. Perotti se deshacía una y otra vez de Jesús Gámez, que sufrió mucho las internadas del habilidoso extremo sevillista. El segundo y definitivo gol llegó a balón parado. Martín Cáceres cabeceó una falta en la que el portero malaguista, Galatto, salió en falso. Un auténtico jarro de agua fría para los malaguistas, al encajar el gol en el descuento de la primera mitad.
La segunda parte fue bastante aburrida. El Sevilla no concedía espacios y el Málaga no encontró el juego vertical que le hizo golear en La Romareda. El centro del campo y la defensa han sufrido demasiado y se echó en falta cierta solidaridad defensiva de todo el equipo. Quincy, Eliseu y Rondón lo intentaron sin mucho éxito. Sin embargo, cada ocasión que llegaba a puerta se encontraba con Palop, que hizo grandes intervenciones.
El Málaga se queda con tres puntos y deja un dato preocupante: no gana en Liga en La Rosaleda desde el 21 de marzo. El Sevilla, por su parte, respira tras una semana bastante irregular.
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