El Málaga hace historia entrando en Europa por la puerta grande, logrando una cuarta plaza que le da acceso a jugar la previa de Champions League.
El agradecimiento por esta alegría a la que tan poco acostumbrados estamos los malaguistas, lo merecen por igual gente como Al-Thani, Pellegrini y su equipo, los jugadores, la directiva, Fernando Sanz y José Carlos Pérez, que tanto ha luchado por estos colores.
Pero ante todo, gran culpa de este éxito la tiene una afición que ha demostrado comportamientos ejemplares en todos los sentidos. Demostrando respeto y señorío sin perder el fervor y la pasión por sus colores. A ellos dedicaron los jugadores el triunfo y la temporada.
Al Sporting y a su gente, se les espera pronto en Primera División, porque no merecen estar en otro lugar.
La mayoría de los seguidores no se habría imaginado esta situación ni en sueños. Lo importante a partir de ahora, será no olvidar nunca de donde venimos.
Este éxito conlleva algunos contras, como son el tener que planificar la próxima temporada con antelación para tener al equipo hecho y preparado para competir a mediados de Agosto. Algo que, con un buen fondo de banquillo, no debería repercutir en la forma física de la plantilla a lo largo de la próxima temporada.
A partir de ahora se espera con ilusión el combo de jugadores que pueda llegar durante este verano de cara a hacer los mimbres de un equipo con capacidad de competir en la Champions League.
Por el buen juego realizado, la fidelidad mostrada al mismo, la sobresaliente afición, por ser campeones en el juego limpio y la por suficiencia para que nadie nos haya tenido que regalar nada, el Málaga merece más que nadie esta bonita cuarta plaza. Lo merecemos.