El Sr. Craig, con Javier Bardem, se dió una vuelta por este nuestro país, promocionando la película del agente secreto más famoso del mundo y aprovechando nuestro compatriota para que su señora madre lo visitase, luciendo una sonrisa de oreja a oreja. Se conoce que Dª Pilar está encantada con el imperialismo yanqui de las superproducciones cinematográficas y estas cosas, pero despotrica llamando hijos de puta a los periodistas de una publicación poco acorde con sus ideas de progresismo militante. No escuché a nuestra insigne actriz, hacer declaraciones sobre la peícula que coprotagoniza su vástago, y me corroe la curiosidad por saber si está de acuerdo con ese tipo de cine y con la inversión millonaria que representa, mientras se pasa tanta hambre en el mundo. Supongo que esa tolerancia ideológica ya viene de antiguo, cuando la buena señora visitó a su nuera en un hospital judío, cuidadndo de quitarse el pañuelo palestino antes de entrar, por si acaso. La familia Bardem es de grandes contrastes, sobre todo entre lo que piensan, o lo que dicen pensar, y la manera en que viven. Hubo premios nóbel que rehusaron acudir a recoger el galardón por cuestiones ideológicas, debe tener menos claras las cosas en su cabeza nuetro amigo Javier porque después de pasear el antiimperialismo por todas partes, por donde sí paseó fue por la alfombra roja de Hollywood a recoger un premio yanqui. Cosas de la vida.