El mañana empieza hoy, de Cecelia Ahern

Título: El mañana empieza hoy Autora: Cecelia Ahern Editorial: Planeta Año de publicación: 2011 Páginas: 364ISBN: 9788408106050

Este es ya el sexto libro de Cecelia Ahern que leo después de Posdata te amo, Si pudieras verme ahora, Un lugar llamado aquí, Donde termina el arcoiris y Recuerdos prestados. Este libro ha llegado a mis manos gracias a la amabilidad de Planeta, que me lo ha enviado a casa. Cuando vi esta obra entre las novedades de la editorial no lo dudé un segundo y lo pedí, quería leerlo, porque esta autora es una de mis favoritas. Sin embargo, todas las expectativas, las ganas y los buenos recuerdos que tenía de las demás obras de esta autora se han quedado en humo. No se han cumplido. Se han quedado en nada. El libro no me ha gustado, tampoco me ha horripilado, pero desde luego no me ha entusiasmado. En ningún momento he llegado a meterme en la historia, la trama no me ha atrapado, los personajes me han resultado ajenos, no me he sentido identificada con la protagonista... En definitiva, esta obra no ha conseguido transmitirme ni hacerme sentir nada. Menos mal que el libro es cortito y no me ha robado mucho tiempo.

La verdad es que no tengo muy claro de qué o de quién es la culpa de que esta novela me haya gustado tan poco. No sé si es de la obra o de mí misma. Me inclino más por esta segunda opción. Los otros cinco libros de Cecelia Ahern los leí la mayoría en 2008 y 2009 y el último en enero de 2010, hace ya bastante tiempo. Y creo que en este tiempo tanto yo como mis gustos literarios han cambiado mucho. Y lo que antes me entusiasmaba ahora me deja indiferente. Pero, como pasa siempre, esta reseña no es más que una opinión personal y subjetiva y que no me haya gustado a mí no significa que no pueda gustaros a vosotros. Cada uno tenemos nuestras preferencias y ya se sabe lo que se dice, para gustos están los colores... La protagonista de esta historia juvenil es Tamara Goodwin, una joven de 16 años rica y caprichosa. Su mundo se reduce a la mansión en la que vive con sus padres, a los viajes que hace con ellos por todo el mundo y a los centros comerciales y la playa a la que va con sus amigos para hacer compras y emborracharse. Pero, de un día para otro, su vida cambia. De golpe. De un duro golpe. Ella misma descubre el cadáver de su padre en su despacho. Se ha suicidado. Estaba arruinado pero no quiso compartir sus problemas con su familia, prefirió huir, dejando a Tamara y a su madre solas y sin nada. Sin casa y sin dinero, las dos se ven obligadas a mudarse al campo, a casa del hermano de su madre, Arthur, y su mujer, Rosaleen. Un matrimonio muy especial con una vida demasiado tranquila para el gusto de Tamara. Menos mal que tiene como aliados a Ignatius, una monja apicultora que le brindará todo su apoyo y cariño; a Weseley, el hijo del médico del pueblo y el ayudante de su tío Arthur; y a Marcus, el joven encargado del autobús que sirve de biblioteca ambulante para todos los pueblos perdidos del condado de Meath, en Irlanda, donde se desarrolla esta historia. Pero su tranquila y apacible vida en el campo cambia el día que Tamara encuentra en el bibliobús un peculiar libro. Es un diario, pero está cerrado con candado y sus páginas están en blanco. Cuando Tamara decide escribir en él sus pensamientos descubre que cada noche aparecen escritas sus propias palabras, del día siguiente. Gracias a este mágico diario puede saber qué va a ocurrir al día siguiente y si no le gusta, intentar cambiarlo. Y gracias a la ayuda de sus nuevos amigos y del diario Tamara descubrirá el secreto que su familia ha ocultado durante muchos años y sabrá por fin no sólo quién es su familia, sino quién es ella misma. El final es lo que más me ha gustado de esta historia, el único momento en el que me he enganchado un poco, ya que aquí sí he encontrado un ritmo más rápido en la narración. En el resto del libro el ritmo es demasiado lento para mi gusto, a la historia le cuesta avanzar, no hay demasiados giros ni sorpresas. La historia, además de lenta, es bastante predecible y el estilo tampoco me ha convencido. Me ha parecido el libro más flojo de los seis que he leído de esta autora hasta el momento. El más superficial, el menos atractivo, el menos verosímil y convincente, el menos sorprendente. Lo que más me ha gustado ha sido el título. Una frase que todos deberíamos aplicarnos en nuestro día a día. El mañana empieza hoy... y depende de nosotros.