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«El mañana nos pertenece» de Jaime Pérez de Sevilla y Bautista

Publicado el 27 julio 2021 por Librosquevoyleyendo @librosqvleyendo

«El mañana nos pertenece» de Jaime Pérez de Sevilla y Bautista

Gronk Norton es un ex presidiario que se gana la vida en la construcción. Su hermano Tom está felizmente casado con Donna, son padres del pequeño Paul a quien educan dentro de sus ideales, siguiendo los pasos de los Norton. Ambos hermanos están marcados por un turbio pasado, vinculado a una violenta facción del Ku Klux Klan, llamada el Ejército de las Catorce Palabras.

Datos técnicos

He tardado en reseñar esta novela, y ello solo se puede atribuir al gran número de títulos que me llegan por distintas vías y que hacen la tarea de leer sin presiones un todo imposible. No obstante, llegó la hora de enfrentarme a esta historia policíaca ambientada en los estados del sur de la América más rancia, la misma en la que aún existen rescoldos de la hoguera que el ku klux klan significó y que tanto esfuerzo se ha puesto por erradicar. Pero no es una historia de racismo al uso. De hecho, no me atrevo a clasificarla como novela racista, ni racial, que no son lo mismo.

El autor, elegante en cuanto a estilo y formas, sigue al pie de la letra el manual del correcto escritor, creando a unos personajes con distinto grado de definición según se acercan o alejan del foco lector, y plantea unos conflictos que terminan solucionándose de la forma en la que lo hacen, y que será evaluada por los lectores. Jaime, lo has hecho muy bien. Debo añadir que te han asesorado también del modo en que hay que hacerlo, y el corrector, salvo en un renuncio, ha hecho un trabajo impecable. Pero tu mayor acierto ha sido, sin duda, utilizar los temas de Metallica como banda sonora de tu novela. Larga vida al Trash Metal.

Gronk es un tipo duro, y al mismo tiempo un personaje creíble, fácil de imaginar, tatuado, musculado, fuerte, bebedor de cerveza, rudo, follador si viene al caso. Sus amigos, menos definidos -incluiremos a su hermano Tom-, cumplen a la perfección su cometido, y lo hacen hasta el final. Por el otro lado, el sempiterno detective decadente borrachuzo, el nuevo y el jefe cabrón. Vaya tripleta más clásica. Por supuesto también hay mafioso y matones para completar el cuadro. Ya solo queda dejar que la trama comience a rodar y que las hogueras se incendien, hogueras en forma de crucifijo, remembranzas de tiempos pasados, pasado y presente: que pase a escena la violencia.

Una muchacha negra es asesinada. También la violan de un modo... poco convencional. Es fácil acusar al eterno sospechoso, aun cuando el guión se pueda cambiar a nuestro antojo. Todos pasaremos a imaginarnos las arquetípicas imágenes de argumentos trillados, no podría ser de otro modo. Es entonces cuando el autor toma su propio camino y, precisamente por ello, comenzaremos a disfrutar entrando en la historia, que nos sorprenderá y atraerá a partes iguales. No hace falta recurrir a un amplio elenco de individuos para atraer nuestra atracción. Comenzaremos a leer, y terminaremos con buen sabor de boca.

Acción. Sí hay acción, dosificada. Los buenos no son tan buenos y los malos no son tan malos. Todo depende del cristal con el que se miren las cosas. Claro está, si hay alguien que comience con las cabronadas, pues... El enfrentamiento está asegurado, y ello se intuye desde el principio, y con tal término no solo me refiero al planteamiento de la novela, sino al título de la obra, que resulta tan sugerente como la portada, atractiva, atrayente.

Me encantaría poner de manifiesto múltiples detalles que no me han pasado desapercibidos, pero me niego a caer en un spoiler gratuito, evitable. Me remito al típico granero, al tiroteo de turno y, sobre todo, al cambio de afectos constante de quien evalúa los acontecimientos desde la distancia que, en este caso, ojo, se identificará más con los blancos que con los afroamericanos, circunstancia que no suele promoverse, y con ello no tiño de racismo mis argumentos; tan solo me agarro con fuerza a la trama, la única que debe guiar mis palabras.

El mañana nos pertenece es un título muy... James Bond. Escrita en 2007 y revisada en 2019, seguro que ha sido guardada en el cajón del olvido hasta encontrar esas circunstancias propicias que signifiquen una segunda oportunidad, o tan solo un buen consejo, un muy buen consejo. Desde luego, no me importaría elegir este título entre los que ofreciese la cartelera para pasar hora y media o dos horas de acción y conflicto: novela peliculera, apta para la pantalla. Me toca callar.

Jaime Pérez de Sevilla -olé- y Bautista, te emplazo en este mismo medio, o en cualquier otro, para reseñar tu próxima novela.

«El mañana nos pertenece» de Jaime Pérez de Sevilla y Bautista

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