El Mapa de Procesos figura clave en la ISO 9001

Uno de los primeros y principales requisitos de la norma ISO 9001 es la elaboración del denominado “Mapa de Procesos”, la norma en su apartado 4.1 Requisitos generales dice:
“La organización debe:
a) Establecer los procesos necesarios para el sistema de gestión de calidad y su aplicación a través de la organización
b) Determinar la secuencia e iteración de estos procesos”
Es decir, hay que elaborar un listado de procesos y definir la forma de relacionarse los unos con los otros. Empecemos a realizar ese listado y para ello comenzaremos con los “procedimientos documentados” obligatorios por la ISO 9001:
- Control de la documentación (4.2.3)
- Control de los registros (4.2.4)
- Auditoría interna (8.2.2)
- Control de Productos No Conformes (8.3)
- Acción Correctiva (8.5.2)
- Acción Preventiva (8.5.3)
Estos procedimientos se pueden agrupar o renombrar, pero siempre deben estar documentados. Además a esta lista debemos añadir aquellos procesos que entendamos fundamentales para nuestra gestión empresarial, por ejemplo:
- Realización del servicio
- Formación
- Estrategia
- Revisión del sistema
- Gestión del Almacén
- Comercial
- Compras
- Etc…
Se trata ahora de organizar la información y para ello se elabora un mapa de procesos, no hay reglas fijas para su realización, pero si deben ser lo suficientemente claros, por ejemplo, si entendemos que la realización del producto o del servicio es el corazón de nuestro sistema lo pondremos en el centro y veremos cómo se relacionan el resto de procesos.
Para “Proyecto ISO” el mapa de procesos más sencillo de la ISO 9001 es el que parte del cliente y llega al cliente (el cliente como principio y final de nuestro mapa) y los procesos estructurados según se trate de procesos estratégicos o de mejora, operativos o de soporte:

Cada caja representa un proceso y las flechas la interrelación entre los mismos, cuando más completo y más sencillo sea este Mapa, más enfocado estará nuestro sistema y más sencillo será su desarrollo.