AyDios.
Houellebecq es un pedazo de cabrón.
Y yo que me pensaba que ya había leído el libro Perfecto.
JA.
Lo retiro, El mapa y el territorio es el libro perfecto.
Un, dos, tres responda otra vez:
El mapa y el territorio.
Y que el primer Houellebecq que lees te pegue tan fuerte que te deje sin aliento. Aunque dicen que este Mapa y territorio es muy poco Houellebecq, es menos Houellebecq que el ¿auténtico? Houellebecq.
Anda ya. Cacaculopedopis.
Me voy a leer todas las novelas de Houellebecq. Una a una.
Venga.
Lo he dicho alguna otra vez, hay libros que tienen el poder de funcionar como refugio, de envolverte y resguardarte de todo lo malo, de protegerte, y, El mapa y el territorio funciona exactamente así. Lo comente en twitter, este libro actuó en mi como un gran bálsamo, fluye desde la primera página, es suave, manso, como un gran río calmado pero intenso al que miras desde muy cerca, al que sientes enérgico, enorme, poderoso. Yo me refugie en él una y otra vez, abría sus páginas y me escondía allí, me arrebujaba como un gato viejo harto de golpes, flaco, hambriento y cansado de todo, me hacía un ovillo y leía y leía y todo me daba un poco igual. Yo era Jed Martin. Jed Martin cumpliendo mis sueños, triunfando, amando, perdonando, perdiendo, viviendo, alejándose, refugiándose, perdiéndose, creando.
Un, dos, tres responda otra vez:
Jed Martin.
Más que una simple novela, El mapa y el territorio, es una inmensa reflexión sobre la vida. Sobre cómo vivir la vida. Sobre cómo afrontar la vida. A demás de un excelente tratado de arte. Y de una gran novela negra. Y de una novela sobre un padre y un hijo.
Dividida en tres partes y un epílogo, El mapa y el territorio, nos cuenta la vida de Jed Martin, fotógrafo primero y pintor de éxito después. Y blablablabla no importa. El argumento es tan poderoso que no lo voy a contar, no me da la gana. Solo digo que desde el primer párrafo me sedujo de tal manera que ya nada más importó durante unos días. Las tres partes son asombrosas, y si me he de quedar con alguna, me quedo con la tercera parte, donde la novela se reescribe a sí misma, se muda de piel, se transforma y se convierte en otra. Apabullante. Y luego me quedo con el EPÍLOGO tan sereno, tan suave tan meestoyhaciendoviejo y tan Yo de Mayor Quiero Este Final. Un final dentro de una burbuja. Un final pasmoso.
Un, dos, tres responda otra vez:
Un epílogo extraordinario.
Y luego esta Houellebecq.
Houellebecq sale en la novela. El mismo se retrata en la novela, el mismo con su nombre, su carácter, su solitud, su aislamiento, su decrepitud y decadencia.
Enorme. Enorme. Enorme.
Quedando un mes y poco para terminar este año creo que puedo decir que El mapa y el territorio es lo mejor que he leído este año, el mejor libro que he leído este año, el mejor de los casi sesenta que llegare a leer este 2011. Y bueno, vale, este blog es sencillo, pero leemos u montón.
En twitter hicimos una lectura conjunta de esta novela. Karo, Carol, Marta y yo. Todos juntos bajo el hashtag #mapayterritorio y estas son sus impresiones.
El mapa y el territorio
Michael Houellebecq
Anagrama 2011
377 páginas.