El mar, la mar, que buen tema para hablar

Termina el verano, los diputados y diputadas vuelven a su trabajo en el Congreso y el Senado. Los ministros y las ministras del PSOE preparan estos días de verano, a pesar del calor o la calor, en la capital o el capital, su ofensiva de invierno.
En unos días, ellos y ellas volverán a estar al frente o la frente, de sus puestos y dará comienzo el maratón o la maratón, para dejar a sus partidos bien situados para las futuras elecciones, donde los ciudadanos y ciudadanas deberán elegir a su nuevo presidente o presidenta de Gobierno.
El PP, después de su búsqueda de candidato o candidata, afronta con su nuevo presidente de partido sus horas más bajas, con gran cantidad de imputados e imputadas y el desánimo cundiendo entre las filas de sus afiliados y afiliadas.
El pringue o la pringue, ha cubierto durante años a los políticos y a las políticas que han propuestas los políticos de las diferentes formaciones políticas. Electores y electoras, han sido mudos y mudas espectadores y espectadoras, de los peores profesionales de la política en muchos años. La interrogante o el interrogante, es si podremos superarlo entre todos y todas.
Catalanes y catalanas volverán en septiembre con sus reivindicaciones independentistas, un tema que vascos y vascas no dejan de mirar con cierto estupor e incluso envidia, ya que por defecto los más nacionalistas e independentistas siempre han sido ellos y ellas.
Gallegos y gallegas, valencianos y valencianas, navarros y navarras se lo irán pensando. Andaluces y andaluzas, murcianos y murcianas, canarios y canarias, castellanos y castellanas, madrileños y madrileñas, cántabros y cántabras, asturianos y asturianas, extremeños y extremeñas, aragoneses y aragonesas, riojanos y riojanas han dejado el tema aparcado o aparcada.
Y mientras los españoles y españolas abandonan sus lugares de descanso, el futbol español descabezado de una de sus grandes figuras, deberá buscar un nuevo "Pichichi"... o "Pichicha".