Revista Fotografía
El hombre que entendía el Estatut como “una estrategia bien urdida
para, utilizando los sentimientos más atávicos de los ciudadanos
como cobertura, establecer un sistema intervensionista y de control
sobre la sociedad catalana que haga depender todo del poder
político” dice ahora que “hay que mirar el futuro con ánimo de
concordia”. Las vueltas que da la vida.