JOSÉ DE SEGOVIA
Se representa ahora en Barcelona la adaptación teatral que ha hecho Eduardo Mendoza de la novela del escritor húngaro Sándor Márai (1900-1989), La mujer justa. Este amargo cuadro del matrimonio, dirigido por Fernando Bernúes e interpretado por Rosa Novell, Cristina Plazas y Alex Casanova, nos muestra la mirada decepcionada de Márai al amor humano. Estas escenas de profunda soledad nacen de las páginas desgarradas de un autor, que vivió un largo exilio en California. Allí se mantuvo fiel a su lengua, aislado y atormentado, hasta suicidarse en San Diego, poco antes de la caída del muro de Berlín.
Tras su muerte, la obra de Márai ha despertado un enorme interés en toda Europa. Las ediciones de sus libros se multiplican también en España desde 1999, tras el éxito de El último encuentro, La herencia de Eszter, Divorcio en Buda y El amante de Bolzano. La mujer justa se compone de tres monólogos, publicados originalmente de forma independiente –los dos primeros en Hungría (traducidos al español en 1951) y el tercero siendo añadido luego a la edición alemana en 1949, que escribió Márai durante su exilio italiano–.
La esposa (Marika) de un hombre impenetrable y enigmático, encuentra en su cartera una cinta violeta, que le desvelará un amor secreto. El marido (Peter) evoca sus sentimientos por estas dos mujeres, cuando las ha perdido ya para siempre. Y la amante (Judit) revela una verdad tan compleja y cambiante como los relatos precedentes. Esta formidable narración, ambientada en Budapest en los años cuarenta, es contada a tres voces con las interpolaciones de un amigo del escritor (Lazar), que plasma las fluctuaciones del corazón, los sentimientos contradictorios y pasiones reprimidas sobre historias que todos conocemos: lo que debió decirse y no se dijo; lo que se hizo cuando ya era tarde; y los amores que mutaron en odios y traiciones.
Puede leer aquí el artículo completo de este periodista y escritor de fe proetstante, titulado El matrimonio según Márai