Nuestro país ha conocido muchos actos de corrupción. No nos interesa hacer el triste recuento de estos hechos, sólo queremos destacar uno de ellos, el más grande de todos, uno que debería ser sujeto de algún trabajo de investigación. Tuvo su auge en la 4ta. República, en el segundo gobierno del Presidente Caldera, cuando Luís Giusti era Presidente de PDVSA. Nos referimos a la HOY Faja Petrolífera del Orinoco, AYER Faja Bituminosa del Orinoco. Durante años, nos engañaron miserablemente, a todos los venezolanos y venezolanas. Cómplice, de dicho acto de corrupción, la tristemente recordada “meritocracia” de PDVSA, la que defendió sus privilegios, y se rasgó las vestiduras, durante el sabotaje petrolero de finales del 2002 e inicios del 2003. La que le causó ingentes perjuicios económicos a nuestro país, la que demostró una ignorancia política y ciudadana supina, y un inmenso egoísmo… Durante años, nos dijeron que lo que había, en el subsuelo de nuestro Orinoco, no era “petróleo” sino “bitumen”, el cuál debía ser vendido a los precios internacionales del carbón y no, a los precios internacionales del petróleo. Los primeros sustancialmente inferiores a los segundos. El petróleo de la Faja Petrolífera del Orinoco es, ciertamente, petróleo pesado y extra – pesado, pero es petróleo. ¿Un error de Luís Giusti, premiado como Gerente Petrolero del Año, por la gracia divina de las grandes Corporaciones Petroleras extranjeras? ¿Ignorancia de profesionales, indudablemente bien formados técnicamente? No, un simple y vulgar, al igual que colosal y monumental, acto de corrupción. El más indigno y grosero de ellos, porque pasaba por el engaño a todos los venezolanos y venezolanas…
Este no fue el único hecho doloso y pérfido de aquellos tristes años. Desintegraron a la OPEP, irrespetaron las cuotas de producción, diseñaron una política expansiva de la producción que malgastaba el petróleo de todas las generaciones de venezolanos, nos echaron el cuento de que un aumento de los precios del petróleo traería el desarrollo de fuentes alternas de energía y la puesta en producción de campos marginales. Ellos dejaron el precio del petróleo en 7 dólares por barril, Chávez lo ha llevado a 107 dólares… e incluso a 150 dólares.