Por Razones de Cuba
El gobierno de Estados Unidos habla mucho de las violaciones a los derechos humanos en otros países, pero todo el mundo sabe que se trata de pura hipocresía. Mientras el autoproclamado líder del mundo exige el respeto por los DD.HH. hace guerras, viola tratados internacionales, pisotea los derechos humanos hasta de sus mismos ciudadanos y de otros países.
Según Jamil Dakwar, director de programas de derechos humanos de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, en inglés), “en muchos ámbitos —incluidas la seguridad nacional, el sistema penal, los derechos socioeconómicos y la política migratoria—, los EE.UU. presentan un historial pésimo en comparación con otras muchas naciones”.
Entre las 348 recomendaciones realizadas recientemente a Washington por la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas (CDHNU) a Washington, se pide poner fin a la detención de niños y familias inmigrantes y que abra pesquisas a partir de los datos conocidos sobre las torturas practicadas por la Agencia Central de Inteligencia.
El informe forma parte del mecanismo de revisión periódica universal de la situación de los derechos humanos en los 193 Estados miembros de la ONU. El informe incluyó numerosas y apropiadas recomendaciones para abordar la brutalidad policial y el uso excesivo de la fuerza, así como para poner fin a la discriminación racial contra las minorías y los inmigrantes.
EE.UU. ya ha sido blanco de las críticas del CDHNU por sus infracciones a los derechos humanos. Se le imputaron a Washington la extensión de la brutalidad policial, la injusticia racial, la retención de presos al margen de toda ley en la ocupada Base Naval de Guantánamo y la persistente aplicación de la pena capital.
El miembro de ACLU estima que la publicación del CDHNU representa una diáfana muestra de desconfianza en el respeto de los derechos humanos por EE.UU. “Demuestra con claridad que a EE.UU. le queda mucho camino por recorrer para cumplir con sus obligaciones y compromisos en materia de derechos humanos”, dijo Dakwar.
Por su parte, China publicó no hace mucho un informe en el que registra la situación de los derechos humanos en Estados Unidos, en respuesta a los constantes informes del país norteamericano sobre las prácticas de otros países en esa materia.
El informe titulado “Registro de derechos humanos en Estados Unidos en 2017” fue publicado por la Oficina de Información del Consejo de Estado de China y en él se rechaza que EE.UU. se presente como “juez de los derechos humanos”.
Un historial tenebroso
En marzo de 2014, el Consejo de Seguridad de la ONU cuestionó a ese país por la violación a los derechos humanos dentro de sus fronteras. La Organización instó a la Casa Blanca a castigar a los responsables de torturas, frenar el espionaje gubernamental y revisar su política de uso de aviones no tripulados (drones).
En EE.UU. mueren alrededor de 11.000 personas anualmente por armas de fuego. Según cifras del Buró Federal de Investigaciones (FBI), en 2016 se usaron armas en un 73,3 % de los asesinatos, un 47 % de los robos y un 31,8 % de las agresiones graves. En ese país son muy comunes los tiroteos en lugares públicos como universidades, cines, plazas, hospitales, debido, entre otras cosas, a la facilidad del acceso del armamento.
En los últimos años, los afroamericanos han sido víctimas de asesinatos raciales. En febrero de 2012 fue asesinado en Sanford, Florida, el joven Trayvon Martin, de 17 años por un guardia de seguridad que lo consideró “sospechoso”. El 30 de abril de 2014, el policía Christopher Manney disparó 14 veces contra Dontre Hamilton, de 31 años, quien estaba desarmado. En julio, Eric Garner, de 43 años, murió luego de ser estrangulado por el policía blanco Daniel Pantaleo. Un mes después, el agente Darren Wilson asesinó al joven estadounidense Michael Brown, de 18 años, en Ferguson, Missouri.
En septiembre, funcionarios de la policía de Utah, asesinaron de seis disparos al afroamericano Darrien Hunto, de 22 años de edad. Tamir Rice, de 12 años, fue tiroteado por la Policía en Cleveland, estado Ohio (norte), cuando el niño se encontraba en un parque de la ciudad y sacó una pistola de juguete. Posteriormente, fue asesinado Antonio Martin, de 18 años, por agentes de la Policía en la región de San Luis, cerca de Ferguson.
En el país norteamericano es usual el confinamiento solitario en las cárceles. Alrededor de 80.000 prisioneros estadounidenses están actualmente en régimen de aislamiento, en calabozos con pobre ventilación y poca o ninguna luz natural, una situación que perjudica su salud física y psíquica. Algunos han permanecido en él más de 40 años, denunció China, en el informe Registro de los Derechos Humanos en Estados Unidos.
De acuerdo con este documento, Estados Unidos es una de las naciones que menos garantiza la vida, la propiedad y la seguridad personal de sus habitantes, ya que cada año una de cada cinco personas es víctima de un crimen, la tasa más alta del planeta.
Las cifras de desempleo y miseria -otro atentado a los derechos humanos- han ido en aumento en EEUU. La firma Marotta Wealth Management publicó un informe que revela que la tasa de personas sin trabajar en ese país alcanza el 37,2 %; mientras que la miseria está por encima de 14 %. El Departamento de Agricultura de EEUU dijo que uno de cada cinco hogares en EEUU, es decir, el 20% de las familias estadounidenses, sobrevivieron gracias a cupones de alimentos que encuentran en revistas, diarios y páginas web.
Además, los estadounidenses están sometidos a vigilancia constante por parte del Gobierno. En 2013 se conoció el uso de programas como Prism o Xkeyscore para el espionaje y recogida de datos de personas a través de celulares, correos electrónicos y hasta la interceptación de llamadas. Con estos datos, las agencias de inteligencia crean perfiles y registran el modo de vida, país de origen, edad, sexo, ingresos de los ciudadanos, violando su privacidad.
A estos crímenes se suman ataques contra libertades básicas. En ese país, manifestar en las calles puede ser penado con seis meses a 35 años de prisión. Asimismo se encarcela a quien amenace, vía redes sociales, al presidente.
Fuera de las fronteras
El espionaje se extendió a nivel global. EEUU vigiló a Gobiernos, Ejércitos, sistemas financieros de diferentes países.
Washington además ha sido el autor intelectual y material de intervenciones militares en diferentes países del mundo. Casi todas estas acciones se han llevado a cabo sin la aprobación de la ONU.
En los últimos 15 años se cuenta la invasión a Afganistán (2001). EEUU lanzó una operación para buscar a Osama Bin Laden, acusado por Washington del derribamiento de las torres gemelas de Nueva York. La invasión permanece y ha dejado un saldo de casi 5.000 soldados muertos, de los cuales 3356 son estadounidenses, según cifras no confirmadas, así como decenas de miles de civiles asesinados y más de 50.536 heridos desde que la ONU empezara a recopilar datos estadísticos sobre el asunto.
Irak fue invadido en 2003 bajo el pretexto de la búsqueda de “armas de destrucción masiva” que nunca existieron. En ese país, al que EEUU entró supuestamente para darle a su pueblo “libertad”, “democracia” y “seguridad”, han muerto o sido heridos millones de víctimas inocentes.
Pakistán, Yemen y Somalia son víctimas de ataques estadounidenses desde 2002, bajo el pretexto de acabar con “grupos terroristas”. En estos países es común el uso de drones (aviones militares no tripulados con poder de fuego), que han dejado miles de civiles asesinados, entre ellos niños y ancianos.
Libia fue escenario de una invasión en 2011, bajo el argumento de detener una supuesta “represión” por parte del Gobierno de Muammar Gaddafi. Además de asesinar al presidente, los invasores destruyeron y dividieron al país; aún no ha llegado la prometida “democracia” y “libertad”.
Siria, como hemos visto recientemente con el ataque con misiles contra su territorio, Es otro de los escenarios de los ataques de EEUU y aliados. Desde marzo de 2011, esta nación es atacada por grupos terroristas, financiados desde el exterior. Cientos de miles de personas han sido asesinadas y 12,2 millones requieren de ayuda humanitaria.
En Ucrania en 2014 se llevó a cabo un golpe de Estado diseñado por EEUU. A la fecha, un millón de personas han sido desplazadas y casi 10.000 han sido asesinadas por la represión del actual Gobierno apoyado por la Casa Blanca.
Antes del 2000, EE.UU. invadió Granada (1983), Panamá (1989), Irak (1991), Somalia (1993), Yugoslavia (1995 y 1999), Afganistán y Sudán (1998).