El McLaren P1™ se suma a la élite capaz de completar Nürburgring en menos de siete minutos.

El McLaren P1™ consigue el objetivo de rendimiento que le quedaba pendiente.
Es necesaria una velocidad media superior a los 178 km/h para alcanzar el tiempo de vuelta requerido en el circuito de 20,8 km de longitud.
Fuente:  media.mclarenautomotive.com 
El McLaren P1™ fue diseñado desde el inicio con el claro objetivo de ser el mejor coche para la conducción tanto en carretera como en circuito. Para lograrlo, el programa de desarrollo se ha centrado en conseguir que el McLaren P1™ rompa límites en términos de alto rendimiento, con pruebas realizadas en las condiciones más extremas del mundo. Pero quedaba por superar el mayor reto de todo.
Conducir 20,8 km a una velocidad media superior a los 178 km/h. Parece fácil, hasta que se añaden a la ecuación más de 150 curvas, 300 metros de cambios de rasante y fuerzas de giro de hasta 2 g. Y todo ello en menos de siete minutos...

El reto: una velocidad media superior a los 178 km/h en 20,8 kmEl de Nürburgring-Nordschleife es el circuito de pruebas más exigente para medir el rendimiento general de cualquier coche. Y entre los objetivos de rendimiento del McLaren P1™, donde también se incluía acelerar hasta los 300 km/h en menos de 17 de segundos para alcanzar la velocidad máxima limitada de 350 km/h, estaba el de recorrer el circuito alemán en un tiempo inferior a siete minutos.
Una hazaña nada despreciable para un coche de carreras diseñado para la pista, y mucho menos para un coche de producción con neumáticos de carretera estándar, que ofrece mayor confort en movimiento y mejores capacidades en carretera.
Menos de siete minutos es un logro que se consigue a una velocidad media de al menos 178 km/h en un circuito de 20,8 km. Pero no uno cualquiera. Es un circuito que incluye algunas de las rectas más largas, las curvas más cerradas, las pendientes más pronunciadas y el mayor número de cambios en la pista que ningún otro circuito.

Ubicación: el temido circuito de Nürburgring-Nordschleife
El circuito de Nürburgring, o Nürburgring-Nordschleife por su nombre completo, es uno de los más temidos del mundo. El trazado de asfalto de 20,8 km, que recorre las montañas de la región de Eifel en Alemania, formó parte del calendario de Fórmula 1™ hasta 1976, año en el que fue retirado del campeonato por motivos de seguridad tras el accidente que casi le costó la vida a Niki Lauda. En esa carrera, recreada en el reciente éxito de Hollywood titulado Rush, James Hunt se coló en la pole position y se alzó con la victoria general para McLaren, en su camino hacia el campeonato del mundo. El escenario se remonta 37 años en el tiempo, con el McLaren P1 ante el circuito de Nürburgring. Una desafiante mezcla de curvas cerradas con peralte negativo, secciones técnicas y la gran recta de Döttinger Höhe de 3,5 km de longitud requieren la fusión de una gran carga aerodinámica para tomar las curvas correctamente y una baja resistencia para alcanzar la máxima velocidad en la pista más exigente.
Cada vuelta, con sus 154 curvas y espectaculares cambios de rasante y dirección, representa un auténtico reto tanto para el coche como para el piloto, y exige una configuración optimizada y niveles máximos de compromiso y concentración. Este lugar, bautizado como "el infierno verde" por el tres veces campeón del mundo de Fórmula 1™ Jackie Stewart, cuenta con una lista de accidentes y bajas casi tan extensa como el propio circuito, que cuando pega lo hace con fuerza.

El trazado: la visión de un piloto sobre estos escasos siete minutos  
El McLaren P1™ Supernova Silver, alias XP2R, recorrió los 630 km que separan Woking (Inglaterra) de Nürburgring para la fase final de pruebas de desarrollo, demostrando su capacidad única para pasar de la carretera al circuito. Al llegar a pista, el modo "Race" fue el encargado de desplegar 300 mm el alerón trasero activo, reducir la altura de conducción en 50 mm y endurecer el sistema de suspensión RaceActive Chassis Control en un 300%, es decir, convertirlo en un auténtico coche de carreras con tan solo pulsar un botón.
El McLaren P1™ genera hasta 600 kg de carga aerodinámica mediante el uso de una avanzada aerodinámica activa que, en conjunción con los neumáticos diseñados a medida, ofrece niveles de adherencia sin precedentes, y una estabilidad y manejo inmejorables. Esto le permite recortar curvas a una mayor velocidad y alcanzar velocidades de paso por curva más elevadas, mientras que la tracción mejorada posibilita que el piloto pueda acelerar antes.
Las fuerzas de giro alcanzan su cota máxima cuando el McLaren P1™ atraviesa la sinuosa superficie de hormigón de Karussell, en donde oscila más de 180 grados. En términos de fuerzas G laterales, el piloto está expuesto a 3,9 g.
A continuación, el McLaren P1™ entra en el tramo final del circuito, incluido el sprint final hacia la meta. Con sus neumáticos comerciales Pirelli especialmente desarrollados para el McLaren P1™, el modelo de producción establece un ritmo implacable que alcanza los 330 km/h de velocidad limitada electrónicamente gracias al modo "Race" en la recta de Döttinger Höhe.
A lo largo de una sola vuelta, se hizo un cambio de marcha cada seis segundos de media y, a diferencia de la Fórmula 1™ en donde el DRS está limitado a una o dos zonas designadas para favorecer el adelantamiento, Goodwin recurrió al uso de este sistema en el 9% del circuito en siete ocasiones diferentes en su camino hacia la línea de meta. El sistema se controla mediante un botón situado en el volante, que recorta el alerón trasero de dos elementos de 29º a 0º. Una vez activado, el uso del DRS reduce la carga aerodinámica del vehículo en un 60%.

El coche El revolucionario McLaren P1™ está equipado con un grupo motriz doble capaz de generar 916 CV (903 bhp). El motor de gasolina V8 biturbo de 3,8 litros es altamente eficiente y produce 737 CV (727 bhp), que se combina con un ligero motor eléctrico de 179 CV (176 bhp) para un rendimiento mejorado. La eficiente transmisión ofrece un par y una respuesta de aceleración instantáneos, con cifras inigualables: de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos, de 0 a 200 km/h en 6,8 segundos y de 0 a 300 km/h en 16,5 segundos.
La combinación de una aerodinámica optimizada, innovadores sistemas personalizados desarrollados por socios técnicos y tecnologías jamás utilizadas han hecho posible que el McLaren P1™ haya logrado, y en muchos casos superado, todos los objetivos de desarrollo. Es la culminación de cinco décadas de conocimiento y experiencia de victorias que han sido trasladadas a la pista gracias a los factores motivadores que hicieron de la marca McLaren una de las más prósperas en el mundo del motor: la confianza y el deseo de alcanzar el éxito.