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Él me llamó Malala. El poder de la educación.

Publicado el 05 noviembre 2015 por Criticasen8mm @Criticasen8mm

Él me llamó Malala. El poder de la educación.Título original:
He Named Me Malala
Año:
2015
Fecha de estreno:
06 de Noviembre de 2015
Duración:
87 min
País:
Emiratos Árabes / Estados Unidos
Director:
Davis Guggenheim
Reparto:
Documentary, Malala Yousafzai, Ziauddin Yousafzai, Toor Pekai Yousafzai, Khushal Yousafzai, Atal Yousafzai
Distribuidora:
Fox
Malala Yousafzai se convirtió en 2014 en la persona más joven (17 años) en ganar el Premio Nobel de la Paz. Pero eso fue durante el rodaje de Él me llamó Malala, el documental del afamado director Davis Guggenheim (Una verdad incómoda, Waiting for Superman) que nos acerca al lado más humano y menos conocido de esta adolescente que, pese a su corta edad, es toda una celebridad con una fundación que promueve la escolarización infantil, que ha dado un discurso en la ONU, que ha plantado cara a los talibanes y ha sobrevivido a un disparo en la cabeza.
Él me llamó Malala. El poder de la educación.
Malala estaba destinada a algo grande desde su nacimiento. Su padre le puso el nombre a raíz de Malala de Maiwand, la mayor heroína de la historia de Afganistán. Fu en la década de 1880, cuando los pastunes estaban luchando en Afganistán contra los colonialistas británicos, Malala, que era una adolescente, fue hasta el campo de batalla para ayudar a los heridos. Durante la batalla de Maiwand, Malala vio que sus compañeros, al verse asediados, estaban perdiendo la moral, así que cogió una bandera y empezó a correr gritando palabras de esperanza y aliento, siendo finalmente alcanzada por las balas. Animados por sus palabras, los soldados afganos lograron vencer.No es difícil encontrar paralelismos con la adolescente Malala Yousafzai y su casi muerte a manos de un grupo terrorista vinculado a los talibanes, pero también por su valentía y facilidad para dar esperanza mediante sus palabras a aquellos que más la necesitan. En el documental, esta historia junto a otros pasajes de su infancia se relatan mediante una animación artesanal de gran belleza, que aporta un toque especial tanto a la narrativa como a la apreciación global de la película.
A lo largo de la hora y media escasa del documental seremos huéspedes en la casa de los Yousafzai, actualmente en Birmingham, donde vive Malala junto a sus dos hermanos, su madre y su padre Ziauddin, profesor y gran propulsor de la conciencia transgresora y educativa en su hija. El documental presta gran atención a la relación padre-hija, de dónde surge ese don para la oratoria, los problemas de tartamudez del padre o incluso las cuestiones menos amables, como si es irresponsable que un padre someta a tal presión mediática a una adolescente como Malala.
Él me llamó Malala. El poder de la educación.
Este componente humano de ver a la joven Malala tanto en su lado más conocido de promotora de la educación infantil como la “Malala humana”, esa adolescente interesada por chicos y su relación con padres y hermanos, hace que se distinga rápidamente de otros documentales de similares objetivos como Camino a la escuela, sirviendo tanto como biografía de su persona como promotora de los valores que predica. Y es que, evidentemente, el documental no renuncia al mensaje bienintencionado, ya que su objetivo prioritario es la promulgación y difusión, no el lado "artístico" del cine, pero sin caer tampoco en la exaltación gratuita de su figura protagónica.
Así con todo, Él me llamó Malala se constituye como un documental visualmente atractivo, interesante y estimulante que supone una oda a la educación, la infancia, la mujer, los padres y el derecho a una enseñanza libre. Junto a La mirada del silencio, Amy, Citizenfour (se estrenó en España en Marzo 2015) o Kurt Cobain: Montage of Heck; es uno de los documentales destacados del año.
7,5/10

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