Entrando al USA Airways Arena en Phoenix, se sintieron instantaneamente las vibras de Super Bowl.
Analistas importantes, figuras legendarias, jugadores estrella, mujeres guapas y ayudantes técnicos llenaron el piso de la casa de los Phoenix Suns. Los fans ayudaron a redondear la experiencia con cantos y porras, sobre todo cuando de repente empezaron a desfilar los jugadores de los Patriots de New England. Cada jugador tomó rumbo a su podio, y empezaron las preguntas.
Era difícil poder meterse entre las filas para sacar una pregunta, pero el sentimiento de recibir una respuesta de Wilkford, Blount, Edelman o Hightower retumbaba en mi mente. A mi lado marchaban personalidades de Fútbol Americano como Mike Silver, Rich Eisen, Terrell Davis, Kurt Warner, Bill Romanowski o Brett Keisel, y contestaban mi conversación como cualquier persona común y corriente.
El reloj iba descendiendo 50 minutos y nosotros buscábamos cualquier posibilidad para ver un hueco en el gentío y sacar una pregunta.
Amendola me sorprendió: sus conceptos eran muy claros, daba nota y te prestaba mucha atención cuando preguntabas. Brady, Revis, Wilfork y Edelman se manejaban con maestría detrás de los micrófonos, mientras Blount y Hightower luchaban más.
Sabemos de lo avaricioso que es Bellichick para regalarnos palabras y contenido, por lo que el típico "digo mucho pero al mismo tiempo no digo nada" no falló.
Repentinamente, se agotó el tiempo y se fueron los jugadores.
Con 30 minutos de "descanso" aprovechamos para sacar entrevistas con personajes de la televisión y la cancha.
Ahora llegaba el momento de los Seahawks, pero la prensa internacional se vio mucho menos involucrada y se veía menos gente en los podios.
Me sorprendió la astucia de Sherman para contestar preguntas, o la calma de Pete Carroll, o inclusive la viveza de Doug Baldwin, pero vale la pena comentar que sentía a los Seahawks muy a la defensiva, contestando preguntas con agresividad y siguiendo con su filosofía de "nosotros contra el mundo" -que sobretodo se representa con su frase "porqué no nosotros"-, argumento que para mí perdieron cuando fueron campeones el año pasado. Antes no les creía nadie; ahora todo mundo sabe que son un gran equipo. Eso sí, a Russell Wilson se le nota otro tipo de actitud: se le nota calmado, sabido de que puede ganarle a quien sea, convencido de que puede hacer cualquier pase y correr todas las yardas necesarias. Ese es el líder que necesitan para ganar, y es el que los llevará al bicampeonato.