El médico (2013)

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Todo empieza cuando un niño de 9 años llamado Rob J. Cole (Tom Payne) es adoptado por un barbero (Stellan Skarsgard) con el que recorrerá Inglaterra representando espectáculos callejeros. Cuando el barbero fallece, Rob conoce a un médico judío que le presentará a su mentor: el científico persa Ibn Sina (Ben Kingsley). Será entonces cuando Rob decidirá estudiar para ser médico. Pero para ello tendrá que viajar a Persia y simular que es un judío, ya que en su escuela no aceptan a los cristianos. Adaptación de una novela histórica con el mismo título de Noah Gordon que se convirtió en un best-seller (1986).

Calificación: 6,200.

Ficha:

Título Original: Der Medicus (The Physician).
Director: Philipp Stölzl.
Guionista: Jan Berger.
Intérpretes: Tom Payne, Ben Kingsley, Stellan Skarsgård, Olivier Martinez, Elyas M’Barek, Emma Rigby, Fahri Yardim, Makram Khoury, Dominique Moore, Michael Marcus, Ian T. Dickinson, Manuela Biedermann, Adam Thomas Wright, Mourad Zaoui, Robert A. Foster, Diogo da Silva, Tom Paladin Bareck, Michael Jibson, Stanley Townsend, Mohamen Mehdi Ouazanni.
Productores: Wolf Bauer, Nico Hofmann.
Fotografía: Hagen Bogdanski.
Música: Ingo Frenzel.
Montaje: Sven Budelmann.
Diseño de Producción: Udo Kramer.
Diseño de Vestuario: Thomas Oláh.
País: Alemania.
Lugares de Rodaje: Marruecos, Alemania.
Fechas de Rodaje: De Junio de 2012 a 28-09-2012.
Año: 2013.
Duración: 150 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 12 años.
Género: Aventuras, Drama, Histórica.
Estreno: 25-12-2013.
Distribuidora: DeAPlaneta, S. L.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España.
Espectadores: 0.
Recaudación: 0 €.

Crítica:

24-12-2013 – ANTÓN MERIKAETXEBARRIA

Cruzada curativa

Como en tantas otras áreas, Alemania promociona su industria cinematográfica con títulos como “El médico”, interesada como está en hacerle la competencia al mismísimo Hollywood. Porque estamos ante una ambiciosa superproducción, destinada a todos los públicos, cuyo argumento se centra en la cruzada curativa emprendida por un joven aprendiz, dispuesto a convertirse en médico. Relato épico donde los haya, reflejado con la espectacularidad propia del caso, estructurado en base a las duras pruebas que ha de superar el bisoño protagonista, muy en la tradición del cuento de hadas oriental.

La trama tiene cuando menos el mérito de no perderse en la cantidad de episodios que jalonan el viaje iniciático del protagonista, poniendo el acento, eso sí, en las secuencias compartidas con el sabio médico persa Ibn Sena (bien encarnado por Ben Kingsley), del que emergerá más maduro, más libre y mejor persona. Tampoco faltan los sentimientos viriles y guerreros (tengamos en cuenta que la historia se desarrolla en el violento medievo), con lo cual la aventura se abre a un buen número de posibilidades, tanto desde un punto de vista argumental como cinematográfico.

En todo caso, “El médico” se puede ver con gusto como un simple entretenimiento, pero que se clava en el espíritu como una astilla. Es una definición mejor que calificarla de película de aventuras, con sus personajes nobles o perversos, ansiosos de placeres y desenfrenados en sus pasiones. Seres de distintas razas -cristianos, judíos y musulmanes-, con sus encuentros mágicos y macabros, sus palacios lujosos, desiertos implacables y vergeles con palmeras. El universo simbólico de la película permite un amplio abanico de exégesis de intenciones. Pero atesora sobre todo una honesta reflexión sobre el enfrentamiento en el interior de las personas entre animalidad y humanidad.