El medio ambiente puede ser empleado
para reforzar la salud de la materia blanca, ya sea por sí solo o trabajando con
terapias farmacológicas. La cuestión es cómo diseñar el mejor ambiente para que
los bebés y los niños crezcan y alcancen la función cognitiva más alta.Un
ambiente enriquecido no sólo implica la oportunidad de moverse y participar en la terapia física, sino también un ambiente donde hay nuevas
experiencias y el aprendizaje continuamente activo, que es importante para minimizar el estrés social. Entre las posibles intervenciones para
impulsar el poder del cerebro, independientemente de la situación socioeconómica
están: Exponer a los niños a objetos nuevos y diferentes con una oportunidad
para la actividad física y la interacción con un número de compañeros de juego.
Este tipo de entorno desafía al niño a adaptarse continuamente a su entorno de
una manera social, física y experiencial. La exposición a la música ayuda con
la cognición, la audición y las habilidades motoras, aprovechando múltiples
áreas del cerebro para trabajar juntos de manera colaborativa. El aprendizaje
activo requiere interactuar y adaptarse al medio ambiente. El aprendizaje de
nuevas habilidades motoras el
entrenamiento cognitivo y la estimulación modelan y preservan la integridad de
la materia blanca en el envejecimiento. Los estudios indican que cuatro semanas
de entrenamiento integrativo mente-cuerpo altera la mielinización y mejora la
eficiencia de la materia blanca con cambios especialmente pronunciados en el
área del cerebro responsable de la autorregulación, el control de los impulsos
y la emoción.