Revista Libros

El Megáfono (1) Lecturas obligatorias

Publicado el 21 abril 2011 por Dreamer

 

 

El Megáfono (1) Lecturas obligatorias

 

Hoy estrenamos esta nueva sección con un tema que siempre me ha traído de cabeza: las lecturas obligatorias. Creo que no me equivoco al decir que a todos, en alguna ocasión, nos han obligado a leer un libro, sobretodo para clase. Dicen que lo hacen por nuestro bien, para crear un hábito lector y acercarnos a los libros porque creen que, de otra forma, ni los miraríamos. Ahí les doy la razón, por supuesto, pero sólo en parte.

No es ningún secreto que, cuando nos obligan a hacer algo, se nos quitan las ganas de golpe. Cuando hacemos algo por nuestra propia voluntad (ya sea leer o cualquier otra cosa) lo hacemos porque queremos, nos gusta, y le ponemos ganas al asunto, pero si nos imponen ese algo como una obligación, adiós muy buenas. El hecho de imponer la lectura no lo veo mal, pues leer es algo que se puede llegar a disfrutar muchísimo si se le da la oportunidad, pero no me gusta que no nos den a escoger qué leer. He tenido alguna buena experiencia con los libros que me mandaron leer en el instituto (pocas, pero alguna hay), pero la mayoría fueron títulos que no me engancharon, que se alejaban de mis gustos y que se me hicieron realmente aburridos. Una pena…

No me entendáis mal, eh. Vuelvo a repetir que me parece fenomenal que quieran crear un hábito lector en los jóvenes, pero hay formas y formas. Son los profesores de lengua quienes escogen los libros que leerán sus alumnos (hablo de la ESO, lo demás es un mundo a parte), y creo que no aciertan la mayoría de las veces (ojo, hablo en general, que hay profesores que son un regalo). No sé qué criterios seguirán pero, en mi opinión, deberían plantearse la siguiente pregunta: ¿quieren crear lectores o autómatas que lean por obligación y no vuelvan a acercarse a un libro el resto de sus vidas?

Porque obligar a leer un libro que el alumno no ha tenido opción de escoger no es una solución; así sólo se consigue que lo aborrezcan y lo den por perdido antes de empezarlo. No se puede escoger un libro que guste a todo el mundo, más que nada porque no creo que exista ese libro: cada persona es distinta y tiene unos gustos que difieren de los de los demás.

Creo que el encargado de escoger las lecturas debería ofrecer a sus alumnos la posibilidad de escoger, dentro de unos parámetros. No veo solución mejor que elaborar una lista con lecturas recomendadas para los alumnos, con libros de distinta temática y grosor (que el profesor haya leído previamente, mejor), para que cada uno pueda tener, al menos, la libertad de escoger qué leer dentro de lo que le ofrecen. Una lista que incluya títulos de fantasía, otros de ciencia ficción, que también abrace la realidad con temas que puedan interesar a la juventud (Jordi Sierra i Fabra es un imprescindible, a mi parecer), algo histórico que no se haga pesado y, por qué no, algún que otro clásico (pero adaptaciones, por favor, que con 13 años servidora casi muere ante 300 páginas en catalán antiguo u_u’). Y no creo que esté de más dar a los jóvenes la oportunidad de recomendar títulos que ya han disfrutado (porque hay jóvenes que leen, aunque muchos no lo crean) y dejarles que simplemente disfruten de la lectura y, después, mantengan un sano debate con el resto, sin necesidad de presionarles con futuros exámenes sobre el libro en cuestión que le roban encanto al libro :(

Para mí, leer es un placer y nunca debería convertirse en una obligación. Hay que crear un hábito lector, sí, pero no creo que eso deba de ir ligado a obligar a alguien a leerse un libro que no está disfrutando en absoluto. ¿Por qué no puede la educación ir acompañada de buenos ratos? Yo creo que puede, pero cada parte debe de poner un poco de su parte para conseguirlo… ¿Qué opináis vosotros? ¿Algo que decir al respecto? Os leo :)


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