¡Hola chicos!
No se muy bien como empezar este post. Quiero abrirme ante vosotros y para vosotros; pero mas que eso, quiero dejar constancia del que ha sido el mejor año de mi vida.
El año pasado, 2016, acabó de la peor forma. Ansiedad, agorafobia, ese miedo a pasar mi vida sola ante una pantalla me golpeó mas fuerte que nunca. Pero entonces fue cuando me di cuenta que no estaba sola.
Durante el 2016 conocí a gente increíble, personas que pensaba que, aunque a través de la pantalla me hablaban, compartían su vida conmigo y reíamos juntos, no pensé que duraran. Desde adolescente ha sido así. Conozco a alguien, hablamos unos meses, nos vemos un par de veces y después los periodos de charla se reducen, no acordamos volver a vernos, y después, simplemente desaparecen.
Pero encontré a alguien que me entendió. Entendió mi ansiedad social, entendió mi agorafobia, y nunca dejaron de comprenderme y apoyarme. Esas personas sabían lo que era pasar por situaciones tan jodidas, sabían lo que era ir a un psicólogo y que no sirviese de nada. Esas personas siguen ahí a día de hoy.
Siempre hubo alguien ahí, mi mejor amiga, mi hermana aunque no llevemos la misma sangre. Se que ella siempre estará, pero al otro lado del charco. Tal vez eso fue lo que me hizo quedarme pegada a la persona, solo ella me había demostrado que podía confiar en alguien, que todavía quedaban buenas personas en este mundo. Y es que, después de tantos desengaños, me volví fría, distante, y sí, casi una hikikomori.
Pero como digo ahora, todo llega. A veces las cosas se hacen de esperar, crees que jamás llegarás a ser feliz. Y es que la felicidad no es una meta; son pequeños momentos, una carcajada, un beso, un abrazo, una foto... Tengo tanto que agradecer a esas dos personas que aparecieron en mi vida sin esperarlo y que la cambiaron tantísimo.
¿Y que decir de ti? Jamás pensé en llegar a tener una relación amorosa, que técnico suena ¿verdad? No imaginé que habría alguien que pudiese soportarme. Aguantar mis inseguridades, mis cambios de humor, mis miedos... pero llegaste tú y todo eso te dio igual, y me dan ganas de llorar de lo feliz que me haces, aunque no sea una persona de expresar sentimientos, eso también lo sabes. Te has vuelto parte imprescindible de mi vida.
Resumiendo; este año ha sido increíble, me he quedado con lo poco bueno que tengo desde siempre y he encontrado un millón de cosas que han mejorado y han logrado que sienta que mi vida al fin está plena. Confío al cien por cien en que el 2018 será igual de bueno, o incluso mucho más. Creo en mí y creo en todas esas personas que me estáis ayudando a crecer y ser mejor. Gracias. Os quiero.